Por eso. Le hablo de algo que ya se ha conquistado.
No son derechos exclusivos de las personas de un Estado.
Son derechos reconocidos a toda persona por el hecho de serlo.
Y lo siento pero antes de la Constitución del 78, por muy mejorable que ésta sea, la situación del reconocimiento de esos mismos derechos humanos no era la que es hoy.
Podemos dotarnos de una mejor Constitución, pero el marco jurídico internacional al que nuestro Estado ha quedado incorporado no se va a modificar.
Solo se modificaría si renuncia a ser un Estado Constitucional y rompe con todas esas obligaciones superiores jurídicamente adquiridas.
Cosa que veo muy improbable.
Que estamos viviendo de facto en una democracia perfeccionable, le doy la razón.
Que la viabilidad económica de los Estados del Bienestar tal como están gobernados y gestionados es incierta (y más aún en este país), también estoy de acuerdo.
Que casi casi podemos hablar de Estado fallido...pues ídem.
Pero son cosas distintas.
Los derechos emanan de la dignidad de la persona humana y son anteriores a los Estados.
Lo que luego haga el Estado en la materia es responsabilidad del Estado y como tal tendrá que rendir cuentas ante la Justicia.
El Estado ni es dios ni un papaíto todopoderoso y condescendiente que nos regala el derecho a existir.