Eso, luego de 2 años regresé a Oviedo de paseo, ya hace varios días que estoy.
La última vez que anduve por acá me resultaba como un paraíso casi libre de personas de color y mujeres de cabeza tapada. Una especie de retiro espiritual con un Calatrava con forma de nave para huir cuando todo se fuera al malo.
Pero ahora, que he vuelto, me sorprendo y entristece mucho ver personas de color por todas las esquinas. Hay muchos de esos desgarbados, flacos y altos, signo de que han padecido desnutrición en la infancia. En mi país ocurre lo mismo con muchos chicos que crecieron en familias pobres. Es probado que dicha desnutrición afecta el desarrollo del cerebro y su inteligencia, lo que además los hace más violentos y proclives al crímen.
¿Cómo es posible que estén dejándolos entrar hasta aquí? Ni en la mejor época de su califato bendito habían desvirgado estos lares.
¡Y mujeres con velo por todos los parques! San Pelayo se retuerce en su tumba. Los mira desde algún abismo cerca de Covadonga gritándoles "cobardes me gusta la fruta".
También he visto parejas de personas de color con 5-6 hijos.
Una pena, era muy lindo todo esto, espero que mi presentimiento esté equivocado, pero no les veo buen futuro.
Nada más ir por la zona del campus del Milán y uno no se cansa de ver personas de color y encapuchadas, y sus críos.
El fin de semana, fui de paseo a un pueblo por aquí. En bus. La mitad de los pasajeros eran de esos desgarbados que mencioné antes. Un olor a trastero y a sobaco que no se podía estar. Y asusta estar rodeado de gente que, probablemente, tenga experiencia asesinando a alguien en sus países de origen, o que no le de tanto valor a la vida humana como nosotros. Algunos andan con la mirada perdida o apagada. ¿Vendrán de alguna guerra o algo?
Me recuerda mucho a lo que ví en Italia. Qué dolor muchachos. ¿Hará alguien algo para frenar la invasión, o ya todo está perdido? ¿Qué opinan?
La última vez que anduve por acá me resultaba como un paraíso casi libre de personas de color y mujeres de cabeza tapada. Una especie de retiro espiritual con un Calatrava con forma de nave para huir cuando todo se fuera al malo.
Pero ahora, que he vuelto, me sorprendo y entristece mucho ver personas de color por todas las esquinas. Hay muchos de esos desgarbados, flacos y altos, signo de que han padecido desnutrición en la infancia. En mi país ocurre lo mismo con muchos chicos que crecieron en familias pobres. Es probado que dicha desnutrición afecta el desarrollo del cerebro y su inteligencia, lo que además los hace más violentos y proclives al crímen.
¿Cómo es posible que estén dejándolos entrar hasta aquí? Ni en la mejor época de su califato bendito habían desvirgado estos lares.
¡Y mujeres con velo por todos los parques! San Pelayo se retuerce en su tumba. Los mira desde algún abismo cerca de Covadonga gritándoles "cobardes me gusta la fruta".
También he visto parejas de personas de color con 5-6 hijos.
Una pena, era muy lindo todo esto, espero que mi presentimiento esté equivocado, pero no les veo buen futuro.
Nada más ir por la zona del campus del Milán y uno no se cansa de ver personas de color y encapuchadas, y sus críos.
El fin de semana, fui de paseo a un pueblo por aquí. En bus. La mitad de los pasajeros eran de esos desgarbados que mencioné antes. Un olor a trastero y a sobaco que no se podía estar. Y asusta estar rodeado de gente que, probablemente, tenga experiencia asesinando a alguien en sus países de origen, o que no le de tanto valor a la vida humana como nosotros. Algunos andan con la mirada perdida o apagada. ¿Vendrán de alguna guerra o algo?
Me recuerda mucho a lo que ví en Italia. Qué dolor muchachos. ¿Hará alguien algo para frenar la invasión, o ya todo está perdido? ¿Qué opinan?