En mi casa solo entran teles de 500-600 pavos nuevas, de esa manera cuando la tele tiene algun problema de imagen que no lo puedo arreglar yo buscando en youtube como ya está vieja y obsoleta la cambio por un nuevo modelo. De momento, solo he tenido TRES televisores desde que me fuí de la casa paterna hace ya muchos años (el de ahora es el tercero, que me esta durando de momento mas de siete años) y me han durado los anteriores unos siete años cada una antes de fallar. Teniendo en cuenta como avanza hoy día la tecnología de las televisiones:
-Es absurdo sobrepagar por el último modelo, por 500-600 pavos tienes teles de tamaño y prestaciones muy razonables
-Es absurdo reparar una tele de siete años (mi periodo de fallo) que te costo 500-600 pavos, por una cantidad muy razonable tienes una tele mucho mejor y mas grande que la anterior, que ademas seguramente volverá a fallar por otra cosa (el primer fallo indica que se ha agotado el ciclo de vida).
Todo lo demas es postureo. Lo de comprarse una tele de 5000 euros para ver a Jorge Javier el OLED 4K SUPERMEGA HD es absurdo.
El mundo cambia pero los Españoles no. Tener una tele carísima es un símbolo de estatus como hace años era tener un salón paco con muebles carísimos o un abrigo de visón la señora.
Eso hago yo, solo que me suelen durar unos 10 años y no cambio por averias (no se que compras tu, pero yo solo he comprado de Sony y Samsung), sino porque en 10 años ha habido suficientes mejoras en calidad de imagen, posibilidades de conexion y velocidad de proceso como para que merezca la pena el cambio.
El ultimo cambio que he hecho yo fue de un Samsung de 600 pavos a otro de esa misma marca y precio pero... varias pulgadas mas grande, 4K en vez de FullHD, con mejor conectividad a perifericos como el bluetooth (que el otro no tenia), wifi 5G (que el otro era 2,5G y cosas asi) y con una capacidad de proceso MUY SUPERIOR (el viejo se enganchaba constantemente con contenidos de streaming y Youtube).
Pero eso... 500-600 y cada 10 años, patada y maquina nueva. No concibo lo de meter un sueldo entero en un televisor.
