Al final, ese nuevo descubrimiento, esa vía de escape, ese oasis en medio del desierto, se normaliza y pasa a ser otro hábito más de tu anodina vida. Trabajas, comes, FOREAS, te echas la siesta, te levantas, te tomas el café, FOREAS mientras haces tus cosas, etc. La necesidad de contacto humano que antes tenías se ha visto mínimamente atenuada gracias al foro, que es un placebo virtual, pero la realidad sigue siendo la misma. Sigues viviendo en automático, sigues dejando la vida pasar. Hace poco una persona a la que aprecio muchísimo me dijo que no hay que pasar por la vida de puntillas, que aprovechemos el tiempo porque no sabes el tiempo que te queda. Lo cierto es que tiene toda la razón. Yo siempre he sido una persona de acción, siempre he conseguido lo que me he propuesto, me pregunto dónde dejé esa fuerza. Pero lo cierto es que no voy a conseguir nada aquí sentada un día tras otro frente a una pantalla alimentando la procrastinación, mientras el tiempo pasa y me hago más vieja. Las oportunidades no van a llamar a tu puerta, tienes que salir tú a buscarlas.