Violaciones del protocolo el bichito y del protocolo policial. Mossos disparan con PISTOLA TÁSER a una mujer que visitaba al psiquiatra

noticiesiprofecies

Madmaxista
Desde
21 Sep 2015
Mensajes
19.554
Reputación
46.477
h t t p s://directa.cat/


REPRESIÓN
Un vídeo de los Mossos demuestra cómo infringieron los protocolos al disparar a una vecina de Sabadell con una pistola táser




DAVID BOU dvdbou

PUBLICADO:
SEPTIEMBRE 27, 2022


Los cuatro policías que detuvieron a una mujer que tenía una crisis de ansiedad a la entrada del CAP Creu de Barberà declaran en el juzgado como investigados por un delito contra la integridad física y jovenlandesal y por uni de lesiones leves. La actuación quedó registrada por la cámera que llevaba encima el caporal que le disparó en tres ocasiones con una pistola eléctrica.

Plaça Castelao de Sabadell (el Vallès Occidental), cinco minutos antes de las doce del mediodía del miércoles 25 de noviembre del 2020, casualmente Dia Internacional Para La Supresión De La Violencia Contra Las Mujeres. Delante de la puerta principal de acceso al centro de atención primaria (CAP) Creu de Barberà, Paula, una mujer de 26 años, grita contra los policías que no la dejan acceder al edificio. Está visiblemente alterada por el rifirrafe previo que ha tenido con una psiquiatra mientras la visitaba por primera vez. Según explica, ha pedido que su progenitora le acompañara a la consulta —porque estaba muy nerviosa después de sufrir diversos cuadros de ansiedad—, pero la médica le ha negado arguyendo el protocolo el bichito. Una vez dentro, al ver la presencia de un estudiante en prácticas, ha encontrado injusta la exclusión de su progenitora y se ha dirigido a recepción para pedir explicaciones, pero no ha recibido el trato que esperaba por parte del responsable del centro y esto ha agravado el conflicto.

La presencia de los Mossos d’Esquadra, a quienes el personal del CAP han llamado, complica aún más la situación. Después de unos minutos de discusión con los agentes porque la dejasen volver a entrar a recoger los datos de la doctora y del responsable para formular queja y denuncia por el trato recibido, el caporal con Tarjeta de Identificación Personal (TIP) 11166 decide que la mejor manera de evitarlo y de controlar la situación es disparando su pistola táser contra Paula. El vídeo que la Directa publica en exclusiva capta una secuencia de quince minuto registrada por el dispositivo personal de grabación reglamentario que el mismo caporal lleva colgada del chaleco. Las imágenes, que todo agente está obligado a grabar en caso de utilizar lo que el cuerpo policial llama Dispositivo Conductor De Energía (DCE), muestran cómo este enciende el arma —después de decirle en varias ocasiones que se vaya— y pregunta a la joven “¿sabes qué es esto?”. A continuación, Paula contesta, “una táser de cosa”, y el mosso afirma, “es una pistola táser, aléjese y márchese, no quiero utilizarla”.


Otros tres agentes que participan en la actuación escoltan a su superior y rodean a la chica indefensa, mientras familiares y vecinos les recriminan su modus operandi y graban los hechos a pesar de la advertencia de los policías de que no lo hagan


Instantes después, el agente, que en esos momentos actúa como jefe de turno y responsable de Seguridad Ciudadana de Área Básica Policial (ABP) de Sabadell, golpea a la chica para apartarla. Ella reacciona gritando “a mí no me toques”, intenta deshacerse del policía y este pulsa el disparo proyectando los dardos conductores al cuerpo de la chica, perforándole la ropa hasta clavárselos en el brazo y el esternón. Después de unos segundos de desconcierto, el caporal efectúa la primera descarga eléctrica de alto voltaje, la chica cae de pleno al suelo y empieza a gritar retorzándose de dolor. Los otros tres agentes que participan en la actuación —con TIP 13333, 18256 y 22096, respectivamente— escoltan a su superior y rodean a la chica indefensa, mientras familiares, amigos y vecinos les recriminan su modus operandi y graban los hechos a pesar de la advertencia de los policías de que no lo hagan.

Más de un minuto más tarde, según puede verse en el minutero de la misma grabación que aparece en la parte inferior izquierda de las imágenes, el caporal ordena a un compañero que inmovilice a la mujer. Ella convulsiona y el agente vuelve a presionar el gatillo para efectuar una tercera descarga eléctrica. Finalmente, los agentes la inmovilizan presionándole el cuerpo con brazos y piernas, a la vez que ella intenta arrancarse los cables de la pistola táser. Un hombre consigue acercarse a Paula y suplica al caporal: “Tú eres un tipo de noventa quilos, deja que se levante, por favor, está de psiquiatra, necesita un médico, no le hagas esto, por favor”.

1704643915231.png
Un dispositivo personal de grabación de los Mossos d’Esquadra como el que va utilizó el caporal 11166 para grabar su actuación con la pistola táser|ARXIU

Han pasado más de cuatro minutos desde la primera descarga eléctrica y el agente se da cuenta de que es necesario llamar al Servei d’Emergències Mèdiques (SEM). “Active SEM urgente en la plaza Castelao, hemos tenido que dispararle con la táser a esa chica, ha agredido a los agentes”. Mientras tanto, Paula se queja desesperada con frases como “¡quita esa pierna de encima, bestia asquerosa” o “¡ese me gusta la fruta me retuerce y me hace daño!”. Asimismo, el caporal 11166 no desiste y anuncia “está detenida, me ha golpeado, está detenida”. Acto seguido, conmina a los otros agentes que le ayuden a entrar a Paula al vestíbulo del CAP: “¡Boca abajo!”, ordena que coloquen así a la joven sobrepasada por la situación y con una respiración anómala y acelerada. Un agente se coloca de rodillas sobre las piernas de Paula, otro le coge de los brazos y el caporal que le ha disparado, le pone las esposas.

A continuación, las imágenes muestran cómo el cabo se apresura a compilar testimonios que corroboren su relato de los hechos: “Vas a comisaría, a declarar, todos los trabajadores del centro, la psiquiatra, el estudiante y los que han estado aquí en el espectáculo”. El primer momento en el que Paula tiene contacto con personal médico es diez minutos después del inicio de la grabación, cuando una trabajadora del centro se acerca a ella para intentar que se relaje. Paralelamente, con sus gemidos de fondo, el caporal comunica por la emisora interna que la acusa de los delitos de atentado y de resistencia a la autoridad. Después de siete minutos con las esposas puestas y boca abajo, el personal del CAP aconseja al caporal que pongan a Paula en posición lateral para que respire mejor y “para que no coja una hiperventilación”. Los agentes le dan media vuelta, y ella coge una bocanada de aire que le alivia la situación de ahogo en la que se encontraba. Catorce minutos después del inicio de la grabación, el caporal 11166 apaga la cámera.


Vulneración de protocolos

Después de este episodio, Paula fue trasladada al Parc Taulí en condición de detenida por los presuntos delitos de resistencia y atentado contra la autoridad. Allí, tuvieron que intervenirla quirúrgicamente con anestesia para retirarle de la piel los dardos de la pistola táser, uno de los cuales —el del esternón— se le había clavado en exceso debido a las inmovilizaciones de los policías y de la posición de boca abajo en la cual la colocaron durante unos minutos. Finalments, la chic está siendo investigada por daños, coacciones y atentado contra la autoridad, los dos primeros delitos gracias a la acusación particular del Departament de Salut en representación del CAP, y el tercero por iniciativa de los Mossos.

Paula está siendo investigada por daños, coacciones y atentado contra la autoridad, los dos primeros delitos gracias a la acusación particular del Departament de Salut, y el tercero por iniciativa de los Mossos


Por su parte, la representación legal de Paula —a cargo de Alerta Solidària con el suporte de la plataforma Stop Tasers Sabadell— interpuso una querella criminal contra los cuatro agentes que intervinieron por un delito contra la integridad física y jovenlandesal, así como por otro de lesiones leves, considerando a la Generalitat de Catalunya como responsable civil subsidiaria por la condición de funcionarios públicos de los policías. Las denuncias cruzadas han sido acumuladas en un mismo procedimiento que de momento se encuentra en manos del juzgado de instrucción número 2 de Sabadell.

Como demuestra la grabación, la actuación de los agentes vulnera como mínimo dos protocolos de actuación: la Instrucción 4/2018, de 16 de abril de 2018, sobre la regulación de los dispositivos conductores de energía por parte de los miembros de la Policía de la Generalitat – Mossos d’Esquadra, así como el Protocolo conjunto de actuación en la agitación psicomotora. El primero es la normativa interna que regula quién y cuándo puede utilizar estas herramientas así como la supervisión y el control de trazabilidad una vez que se utilizan. El segundo, pactado por el Departament de Salut i CatSalut, entre otros, con los Mossos d’Esquadra y la Guàrdia Urbana de Barcelona, define cómo actuar frente a un síndrome clínico caracterizado por la alteración de la conducta y de la esfera emocional de una persona, situación en la cual se encontraba Paula el día de los hechos. En situaciones como esta, el protocolo establece que la contención física tiene que ser siempre “el último recurso” y hay que aplicarla “cuando han fallado las otras medidas (verbal y farmacológica voluntaria)”, considerándola “una medida terapéutica (no represiva)”.

1704644019182.png
Rueda de prensa de la plataforma Stop Tasers Sabadell i Alerta Solidària para denunciar el caso el mes de diciembre de 2020|PLATAFORMA STOP TASERS SABADELL

En estos casos de lo que se llama “agitación psicomotora con riesgo”, en que se requiere contención física, el protocolo establece que “se ha de asegurar que se dé una información correcta al paciente y, especialmente, a los familiares y acompañantes”, siempre con el objetivo de “proteger al paciente ante un episodio violento en curso o la sospecha de un desencadenamiento inminente”. Además, estipula que siempre que sea posible, la contención física se efectuará bajo la supervisión de un médico o enfermero y que “el equipo del SEM debería estar presente en todo momento durante las maniobras de contención física, supervisando el estado clínico de la persona y aplicando el tratamiento farmacológico necesario tan pronto como sea posible”. Nada de todo eso sucedió ese día en Sabadell, aún menos algo que el protocolo deja claro: “evitar la posición boca abajo para evitar problemas respiratorios de la persona”, aparte “de evitar el compromiso de vías respiratorias o compresión de la caja torácica”.
Lógicamente, este manual de intervención pactado con los Mossos por personas con la situación que Paula se encontraba el 25 de noviembre de 2020, no contempla en ningún caso el uso de la pistola táser para contenerlas. Ni tan solo lo hace la instrucción citada anteriormente que regula la utilización de estas armas, tal com explica Eva Pous, advocada de Alerta Solidària, “independientemente de cual sea la actitud de Paula, en el lugar de los hechos había varios agentes con una estructura corporal lo suficientemente fuerte como para que se utilicen otras formas de reducción a una persona, si es que tendría que haberla ahí, que no fuesen a través de descargas eléctricas”. Efectivamente, la instrucción establece que solo se puede hacer uso de este arma que puede ser letal cuando haya un risgo real para la vida humana de los agentes, de la víctima o de terceras personas, y que siempre ha de ser la última opción posible cuando se han agotado toto el resto de herramientas disponibles para el agente. De hecho, el caso de Paula no cumple ninguno de los cinco supuestos que habilitan el uso de la táser según la misma policía autonómica catalana.
MOSSOS MOSSOS D'ESQUADRA PISTOLES TASER SABADELL STOP TASERS SABADELL TASER VALLÈS OCCIDENTAL


1704649976076.png
@ATARAXIO
 
Última edición:
Volver