Aquí podemos ver una historia de amor chádico.
Nuestro Tyrone, Django en este caso, se ama a la hija de un capo de la mafia China y le confiesa que quiere que lleve sus apellidos. Al padre, claro, no le hace gracia que su hija en vez de llevar sus apellidos ancestrales chinos pase a llamarse Lianxi Mamadou, así que encarga a sus matones que la sigan a su cita con Django y la traigan de vuelta al bar chino que usan para lavar dinero. Nuestro valiente Django sale a toda velocidad con su moto a rescatar a su amada, le da fuerte a la moto hasta superar los 100km/h en plena ciudad, y, henchido de furia africana se enfrenta a los dos machacas del mafioso chino, que lo acaban expulsando del bar, metiendolo en un maletero y abandolo en mmitad del bosque. Al final con el respaldo de sus propios matones nuestro Romeo y Julieta se reencuentran y, la meretriz, que al final parece pertenecr también a la mafía acepta al candidato a condición de que "sea un hombre".
¿Como va competir el españolito medio con las emociones que nuestro macho cabrío Django es capaz de promorcionarle a una mujer? Eso si luego vienen las sorpresas, como que Django te pegue una paliza por tener como copañero de laboratorio a otro hombre, que te preñe de un little Tyrone y se marche a Senegal a todo correr o te tira ácido a la cara.
Nuestro Tyrone, Django en este caso, se ama a la hija de un capo de la mafia China y le confiesa que quiere que lleve sus apellidos. Al padre, claro, no le hace gracia que su hija en vez de llevar sus apellidos ancestrales chinos pase a llamarse Lianxi Mamadou, así que encarga a sus matones que la sigan a su cita con Django y la traigan de vuelta al bar chino que usan para lavar dinero. Nuestro valiente Django sale a toda velocidad con su moto a rescatar a su amada, le da fuerte a la moto hasta superar los 100km/h en plena ciudad, y, henchido de furia africana se enfrenta a los dos machacas del mafioso chino, que lo acaban expulsando del bar, metiendolo en un maletero y abandolo en mmitad del bosque. Al final con el respaldo de sus propios matones nuestro Romeo y Julieta se reencuentran y, la meretriz, que al final parece pertenecr también a la mafía acepta al candidato a condición de que "sea un hombre".
¿Como va competir el españolito medio con las emociones que nuestro macho cabrío Django es capaz de promorcionarle a una mujer? Eso si luego vienen las sorpresas, como que Django te pegue una paliza por tener como copañero de laboratorio a otro hombre, que te preñe de un little Tyrone y se marche a Senegal a todo correr o te tira ácido a la cara.