Su inutilidad, es de sobra conocida, la hijaputez con que actuan, cada dia me sorprende más.
Hay polis buenos créeme, los hay brillantes. El problema es que la mayoría de la gente entra por el sueldazo y el buen trabajo que es y por tanto carecen vocación y al tener un poder casi infinito, se vienen arriba y hacen muchísimo daño al contribuyente.
Trabajos como los relacionados con sanidad, educación, justicia y policía, cuando son llevado a cabo por gente de vocación, hacen una labor muy buena para la sociedad pero esto va de aprobar unos oposiciones y entrar, y después, es casi imposible echarlos.
Lo mismo pasa con los políticos, pero a diferencia de estos que mencioné antes, todavía no he visto ninguno bueno.