Bueno, no parece imposible. El economista Eduardo Garzón plantea una proyección en este artículo:
"Asumamos un ambicioso programa de EG que vaya destinado a la totalidad de las personas desempleadas del país: 5.622.900. La estructura salarial está compuesta por tres categorías dependiendo de la cualificación profesional: 7 €/h para los de cualificación alta, 6 €/h para los de cualificación media, y 5 €/h para los de cualificación baja. Asumimos que el 80% de los participantes solicitarán jornada completa (40 horas semanales), mientras el restante 20% lo hará a jornada parcial (20 horas a la semana). Por lo tanto, los que prefieran jornada completa cobrarán 1213 euros al mes (en 12 pagas al año) si tienen cualificación alta, 1040 euros al mes si tienen cualificación media, y 867 euros al mes si tienen cualificación baja. Suponemos que los trabajadores de alta, media y baja cualificación se distribuyen de manera uniforme. El coste de todo el material y equipamiento necesario para llevar a cabo las actividades del EG alcanza la suma de 3.157.820.640 euros. En consecuencia, el coste total bruto de la completa aplicación del programa en un año sería de 66.314.233.440 euros. A esta cantidad habría que restarle lo que el Estado se ahorra en otros gastos y también lo que recaudará por el efecto expansivo en la actividad económica.
Suponemos un modesto multiplicador keynesiano de 1,5, un tipo impositivo medio en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas del 9,22% y del 3,76% para el trabajador a jornada completa de alta y media cualificación, respectivamente, y un efecto en la recaudación por Impuesto de Sociedades (IS) del 7%. El trabajador a jornada completa de baja cualificación no tributa por no alcanzar el mínimo exento de 12.000 euros anuales. La recaudación por el IRPF sumaría entonces 2.716.505.459, y la derivada del Impuesto de Sociedades alcanzaría 4.420.948.896 euros. A ello habría que sumar la cantidad ahorrada en prestaciones por desempleo puesto que ya no habría ningún desempleado (29.727.530.000 euros). Estrictamente habría que restar otros gastos que con la aplicación del EG se reducirían o dejarían de existir (especialmente a medio plazo), como servicios penitenciarios, ayudas para atención psicológica, etc, pero no lo haremos para simplificar el cálculo y ofrecer un coste sobreestimado que permita situarnos en el peor de los casos posibles.
En consecuencia, el coste neto de aplicar en un solo año un EG para todos los desempleados españoles alcanza los 29.417.239.085 euros, un 2,88% del PIB español. A modo de comparación: esta cantidad es notablemente inferior a lo que el Estado español paga cada año por intereses de deuda pública (3,77% sobre el PIB); y muy inferior a lo que le ha costado al Estado rescatar a la banca española (6,3% sobre el PIB desde 2009 a 2012)."
Coste y financiación del Empleo Garantizado - La Marea
---------- Post added 25-mar-2015 at 22:42 ----------
Lo que hace falta es voluntad política, y eso es lo que no hay. Solo Bankia, 30.000 millones. En fin.