Podrán dañarla.
Podrán lastimarla.
Podrán jorobarla.
Podrán, hasta odiarla y vejarla.
Pero, jamás, nunca jamás, podrán desmembrarla, y menos destrozar ESPAÑA.
Es nuestra patria, nuestros país, nuestra tierra y nuestra bandera.
Y quien no la quiera, que se largue o se encontrará en frente a los españoles.
Avisados quedáis.
Seguid destrozándola y nos encontraréis.
Luego no huyáis, cobardes.