Cuando tenga un crío con la bigotuda a la que me toque emponderar como buen beta que soy, pienso regalarle una moto de baja cilindrada en cuanto pueda sacarse el carné y los permisos. Un adolescente que se maneja en moto, que tiene la responsabilidad de su propia vida, que saborea las mieles de la libertad temprana; tiene todas las papeletas para convertirse en un macho alfa acaparador de hembras fértiles y semental de la especie.
Cuando yo era crío mi padre me hinchó a ostras cuando se enteró que me había montado en la moto de mi amigo Jacobo. Me dijo "tú moto no, las motos son para simples que solo aspiran a estamparse la cara contra el asfalto, y tu tienes que ser notario o arquitecto. Así que menos tontería y ponte a estudiar". Terminé sacando notaza en selectividad, pero la sobreprotección al riesgo y a la vida me hicieron un pusilánime y un beta invisible a las mujeres.
No falla, macho alfa que identifico: corredor de motos desde adolescencia. Una moto para un adolescente es una enseña para el resto de compañeros y amigos de que ha abandonado la niñez y ya se mete en faenas de hombre hecho y derecho. Y las niñas a las que les acaban de crecer las caderas y las berzas, que huelen a carne tierna preparada para desflorar, se van con el machito que las lleva en moto a la salida del instituto y les luce frente al resto de sus amiguitas. "Mirad, ahí va Marta con el novio en la moto" y todas muertas de la envidia apretándose los bajos con los abductores para contenerse.
Haced la prueba, coged a un alfa reconocido de vuestro entorno y veréis como hizo sus pinitos adolescentes con la moto, llevando a las chiquillas de acá para allá.
Los betas no van en moto.
Cuando yo era crío mi padre me hinchó a ostras cuando se enteró que me había montado en la moto de mi amigo Jacobo. Me dijo "tú moto no, las motos son para simples que solo aspiran a estamparse la cara contra el asfalto, y tu tienes que ser notario o arquitecto. Así que menos tontería y ponte a estudiar". Terminé sacando notaza en selectividad, pero la sobreprotección al riesgo y a la vida me hicieron un pusilánime y un beta invisible a las mujeres.
No falla, macho alfa que identifico: corredor de motos desde adolescencia. Una moto para un adolescente es una enseña para el resto de compañeros y amigos de que ha abandonado la niñez y ya se mete en faenas de hombre hecho y derecho. Y las niñas a las que les acaban de crecer las caderas y las berzas, que huelen a carne tierna preparada para desflorar, se van con el machito que las lleva en moto a la salida del instituto y les luce frente al resto de sus amiguitas. "Mirad, ahí va Marta con el novio en la moto" y todas muertas de la envidia apretándose los bajos con los abductores para contenerse.
Haced la prueba, coged a un alfa reconocido de vuestro entorno y veréis como hizo sus pinitos adolescentes con la moto, llevando a las chiquillas de acá para allá.
Los betas no van en moto.