Más Maquiavelismo.
Los partidos políticos, que son las caretas del status quo, fomentan el sectarismo cuando se teme la insurrección contra el Estado, que no contra el gobierno de turno.
El poder sigue a salvo si las iras de la plebe se desencadenan entre la plebe.
Ese es el juego.
Que elijas un color, sea rojo o azul, naranja o morado o verde, y lo defiendas a capa y espada de los demás colores que no son el tuyo, mientras unos hombres grises, desde la penumbra, manejan el cotarro y se descojonan de todos nosotros.