ULTIMA HORA: El Vaticano publica "Dignitas Infinita" y declara la cirugía de cambio de sesso y la teoría de género AMENAZAS a la dignidad

Es el propio watercano quien ha impulsado toda esa fruta cosa, contemplada de manera encubierta en la Agenda 2030 que el propio papa presentó hace años en la sede de la ONU.

Y por supuesto catequesis obligatoria de genero y LGBTI para los niños en los colegios, al igual que en otros tiempos el watercano imponía catequesis del cuento jesucristo.

Tío, córtate un poco macho. Córtate un poco. ¿Que el vaticano ha impulsado el feminismo radical no me jorobes? NO ME jorobes.
 
Un caso más cercano


Así se ha manipulado hasta conseguir la ley trans. Ni le acosaban en el colegio, ni le era imposible conseguir hormonas



Pero no es suficiente

 
Tengo la impresión de que la Dignitas infinita está dejando descontentos a tirios y troyanos y que muchos la interpretan como una de cal entre muchas de arena. No voy a entrar en la crítica.

Pero otros sí lo han hecho. Uuuuuh... no se podía saber.

A los alemanes no les gusta Dignitas infinita
Obispos alemanes en Roma Vaticano


Por Carlos Esteban | 09 abril, 2024
IGLESIA UNIVERSAL

Al núcleo duro de la jerarquía alemana, en pleno proceso revolucionario, no le ha gustado el documento recién emanado de Doctrina de la Fe, y así lo han dejado ver en el artículo que abre el órgano online oficioso del episcopado, kathoslisch.de, titulado ‘Dignitas infinita: entre frases vacías y anteojeras ideológicas’.

La declaración sobre la dignidad humana carece de matices, es fatalmente eurocéntrica, carente de autocrítica, falta de voces femeninas de referencia… Roma, viene a decir el artículo, necesita mejorar. Probablemente, debería subcontratar sus declaraciones a algún teólogo alemán.
“El Vaticano basa su posición en la tradición filosófica grecorromana, la evidencia del Antiguo y Nuevo Testamento y la historia del pensamiento de la Iglesia (10-16)”, parece lamentar el autor del texto roto2, que echa en falta referencias al hecho de que “esto no siempre se refleja en las acciones concretas de la Iglesia, especialmente en la perspectiva histórica general”.

Los alemanes parecen no entender que cuando hablan de “Occidente”, se refieren, precisamente, a la civilización nacida de una aceptación explícita del cristianismo, y por eso insiste el autor en que “existe una fijación con el Occidente global. Dado que proviene de la filosofía de la tradición grecorromana, aquí solo se enumera una tradición de pensamiento. Esto no encaja con las muchas perspectivas sobre la dignidad mencionadas en el texto”. Y, sí, efectivamente la perspectiva azteca o hindú son marcadamente diferentes de la ‘occidental’, pero es que Doctrina de la Fe se refiere a la Iglesia Católica, que no nació ayer, ni siquiera en el Vaticano II.

Aplaude el texto que se trate sobre la pobreza y la guerra como atentados contra la dignidad humana, al tiempo que deplora que ambas secciones sean “bastante vagas. ¿Exactamente qué injusticias económicas son una amenaza a la dignidad humana? ¿Qué se requiere de la gente para cambiar esto? El artículo no se ocupa de cuestiones tan detalladas. El texto sigue siendo similar a una plantilla, también debido a las numerosas citas”. Otro tanto hay que decir del apartado dedicado a los migrantes, de que hace un tratamiento “poco complejo, sobre todo porque cuando se trata de la palabra clave prespitación, por ejemplo, la amplia y diferenciada gama de voces no juega ningún papel”.

¿Qué decir del apartado sobre abusos sensuales, “notablemente breve”, reducido a “generalidades”? “Al parecer, en este momento en Roma no se considera apropiada una autorreflexión crítica sobre el éxito extremadamente desigual del compromiso del Vaticano y de la Iglesia mundial contra los abusos”.

Está bien que se cite la discriminación contra la mujer en la sociedad, dice el artículo, pero, ¿y en la Iglesia? ¡Qué ocasión perdida para proclamar un diaconato femenino, siquiera ‘pastoral’! Por el contrario, “no se menciona la posición desventajosa y la discriminación de las mujeres en la Iglesia; aquí también se buscan en vano palabras de autocrítica.

Y sobre el aborto, ay, qué poca sofisticación. “Se ignora el hecho de que existen debates controvertidos al respecto entre los católicos. Aparte de una mención de honor para la ahora parcialmente desacreditada progenitora Teresa, no se menciona a ninguna mujer específica, y mucho menos se cita”. O sobre la maternidad subrogada, donde “el lector cuidadoso busca en vano matices o múltiples perspectivas, o que las propias mujeres den su opinión , en lugar de que se hable de ello”. O sobre la eutanasia, tema el que la declaración “no opone argumentos contra los cristianos de línea dura”.

En la sección dedicada a la “teoría de género” -y no “ideología”, como celebra el autor-, tienen alguna razón para alegrarse, y es que “nunca hemos oído una petición tan clara a favor de los derechos de los gayses por parte del Vaticano roto2Un consejo, sobre todo para los católicos de los países jovenlandeses que, incluso en las conferencias episcopales, hacen comentarios despectivos y, en ocasiones, abogan por la criminalización de las personas gayses”.

Pero les dura poco la alegría al meterse en harina, porque “Al igual que en el muy criticado documento sobre género del Vaticano de 2019, aquí se construye una teoría de género uniforme, que contrasta con una comprensión igualmente uniforme de la fe. Una vez más, no hay lugar para una discusión diferenciada, sino que se recurre a formulaciones como interpretar el género como la «mayor diferencia posible entre los seres vivos». Por aquí brilla un gran miedo incluso a escuchar argumentos diferentes. “Sólo cuando cada persona humana pueda reconocer y aceptar esta diferencia en reciprocidad podrá descubrirse plenamente a sí misma, a su dignidad y a su identidad”. (59) Este pasaje contiene los tonos culturalmente más combativos de todo el texto. Al igual que las secciones sobre el aborto, por ejemplo, estas formulaciones se salen del vocabulario empalagoso del resto del texto y parecen cuerpos extraños”.

“Las declaraciones sobre las operaciones de cambio de género, que en el documento denominado «reasignación de género» ignoran la perspectiva de los afectados, hacen que la gente se levante y tome nota. Pero esto encaja con el pensamiento del Vaticano, que se adhiere a una imagen binaria de género roto2y no reconoce ni la necesidad ni la posibilidad de la igualación de género. «Esto no excluye la posibilidad de que una persona con anomalías genitales presentes al nacer o en desarrollo posterior pueda optar por someterse a un tratamiento médico para corregir estas anomalías. En este caso, la operación no constituiría una reasignación de sesso en el sentido aquí previsto». Por lo tanto, una operación es legítima para el Vaticano cuando obliga a las personas intersexuales a adoptar su propia imagen de género binaria y patologiza todo lo intermedio como una anomalía”.

Hacia el final “se pueden destacar positivamente las declaraciones sobre los derechos de los gayses. Sin embargo, están muy por detrás de los avances sociales del mundo occidental”. ¿Pero no era malo partir de una visión eurocéntrica? ¿O solo en este aspecto?

Porque en el párrafo siguiente vuelven a la crítica de Occidente, sin advertir siquiera la ironía. Este enfoque en Occidente es otro punto que destaca: la derivación de los derechos humanos se basa exclusivamente en una (!) tradición de pensamiento occidental, y al describir los problemas, el documento también se limita a los fenómenos occidentales, con la excepción de la pobreza. , que, sin embargo, se debe a que se ve a través de gafas occidentales. El pensamiento del Este, el Sur Global, problemas como las estructuras familiares represivas en las sociedades del mundo orientadas a la comunidad, nada de esto ocurre.

Cada día cuesta más aceptar que la fe de esta gente y la nuestra es la misma fe.

Hemos llegado a un momento que es mejor dejar que gente que se vaya de la Iglesia católica si de facto actuan como protetstantes.

Lo que muchos católicos debemos entender es que nuestra fe no es ya una cuestión de ganar números, mejor menos y católicos que tener que dejar de ser lo que somos para contentar a quienes ya se han alejado de Dios.
 
Ya se quitaron la careta, ponérsela otra vez no vale de nada.
 
Es la masonería la que copia e invierte los valores cristianos. Igualdad -ante Dios y en dignidad humana a imagen y semejanza del Creador-, Fraternidad -como hijos de un mismo Padre, pero queda bien como hermanos ciudadanos-, libertad -de las ataduras del alma y su responsabilidad transcendente, que ha quedado en hacer lo que se quiera pero básicamente dirigido a la destrucción de los valores cristianos-.

Así es que... no por utilizar las mismas palabras se enuncian los mismos significados y como le han dicho ya, el orden en el tiempo en que se dijeron al principio, cambia completamente el resultado. Otra cosa bien distinta es la curiosidad morbosa que se deja teledirigir por los iluminados que no dan puntada sin hilo.

La "igualdad" masónica (la del hormiguero, la de esclavos sometidos a plutócratras o a ideologías totalitarias) tiene difícil encaje en la doctrina católica.

Sí, todos los seres humanos han sido creados por Dios.

Sí, todos los seres humanos tienen un alma inmortal y, por ello, una dignidad que hay que respetar.

Pero los seres humanos NO SON IGUALES.

La doctrina católica defiende la JERARQUÍA. La Iglesia es una institución jerárquica.

Y Jesucristo, de entre 72 seguidores, escogió a 12 apóstoles. Y de entre esos 12 apóstoles, a 3 especialmente favorecidos: Pedro, Santiago y Juan, que le acompañaron en momentos claves de su vida.

Incluso en el cielo hay una jerarquía. Y, entre los seres humanos, aquí en la Tierra, desde el punto de vista de Dios, también la hay.

La diferencia con las jerarquías humanas es que no se basa en la riqueza, en el poder, en la genealogía, en la belleza, en la educación... sino en la santidad.
 
Tío, córtate un poco macho. Córtate un poco. ¿Que el vaticano ha impulsado el feminismo radical no me jorobes? NO ME jorobes.
La fruta Agenda2030 recoge el "empoderamiento" de las mujeres y la redactó el papa, te guste o no te guste.

Echa un ojo al ODS n5 y lee referente a él.
 
En estos hilos se demuestra siempre lo mismo, el repruebo patológico a la verdad, a mi no me cae nada bien Francisco y lo he dicho muchas veces, pero este texto es bastante correcto aunque no es más repetirlo. Curiosamente nadie en los medios habla de él, porque pensaban que iba a haber "alguna" novedad.
Y por cierto el "tucho" fernández personaje detestable ha reconocido que el Papa Francisco no va a hablar en excatedra en su pontificado, por lo que tanto la prohibición de misas tridentinas como otras cosas lamentables serán revertidas, Deo Gratias.
 
Precisamente para eso está la tradición filosófica católica, para analizar esos problemas bajo la luz de la razón humana, ilumminada por las Sagradas Escrituras, que es lo que la Iglesia ha hecho siempre.

No hace falta absolutamente ningún documento masónico para justificar nada.

Pero todo eso que usted menciona, ya ha sido discutido a la luz de la doctrina.

Respecto al cambio de sesso y demás, en ningún caso me parece mal que la Iglesia establezca doctrina a la luz de un nuevo problema o desafío. De hecho, es su trabajo actuar como guía jovenlandesal. Lo que es incomprensible es que se mencione siquiera una vulgar declaración de origen masónico como justificación para nada.

¿Qué será lo próximo? ¿justificarse por el Corán o por los Vedas?

Imagino que el texto masónico al que te refieres es la declaración de los derechos humanos. Ignoro qué dice sobre este tema, si es que dice algo, porque cuando fue escrita no existía la teoría de género.

El cristianismo tampoco parece tan incompatible con estos desvaríos. Después de todo el cristianismo nunca ha apreciado mucho la sexualidad humana. Antes he hablado de los eunucos. Pensaba que la Iglesia católica no los había condenado hasta el siglo XVIII pero he buscado el dato y resulta que no lo hizo hasta 1903 (¡!) porque las voces de los castrati era muy apreciada en la música sacra.
 
Hemos llegado a un momento que es mejor dejar que gente que se vaya de la Iglesia católica si de facto actuan como protetstantes.

Lo que muchos católicos debemos entender es que nuestra fe no es ya una cuestión de ganar números, mejor menos y católicos que tener que dejar de ser lo que somos para contentar a quienes ya se han alejado de Dios.

«Pronto tendremos sacerdotes reducidos al papel de trabajadores sociales y el mensaje de fe reducido a una visión política. Todo parecerá perdido, pero en el momento oportuno, precisamente en la fase más dramática de la crisis, la Iglesia renacerá. Será más pequeña, más pobre, casi en catacumba, pero también más santa. Porque ya no será la Iglesia de los que buscan agradar al mundo, sino la Iglesia de los fieles a Dios y su ley eterna. El renacimiento será obra de un pequeño remanente, aparentemente insignificante pero indomable, pasando por un proceso de purificación. Porque así es como obra Dios. Contra el mal, un pequeño rebaño resiste». Joseph Ratzinger. 1968.

 
La subrogación es una reacción defensiva frente a la teoría de geranio.

Ponerlas al mismo nivel hace que la Iglesia pierda adeptos a más velocidad que LaLiga de fútbol.
 
El cambio de sesso es una cirugía chapucera con efectos desastrosos. Cuando un enfermo mental se hace daño a sí mismo la respuesta no puede ser que es dueño de su cuerpo pero a las personas con disforia de género se las engaña para que piensen que realmente pueden cambiarse de sesso cuando la realidad es que se someten a operaciones y tratamientos agresivos sólo para convertirse en adefesios.
La respuesta ha de ser siempre que uno es el dueño de su cuerpo, y nadie más. La psiquiatría que propones es el modelo imperante donde a uno lo envían contra su voluntad a un sanatorio mental del cual no lo dejan salir sin permiso de los psiquiatras, incluso cuando esta persona representa cero peligro para los demás. Te encierran en una habitación, te drojan sin tu consentimiento y te lavan el cerebro, y solo cuando están seguros de que te han "reeducado" te dejan en libertad.
 
«Pronto tendremos sacerdotes reducidos al papel de trabajadores sociales y el mensaje de fe reducido a una visión política. Todo parecerá perdido, pero en el momento oportuno, precisamente en la fase más dramática de la crisis, la Iglesia renacerá. Será más pequeña, más pobre, casi en catacumba, pero también más santa. Porque ya no será la Iglesia de los que buscan agradar al mundo, sino la Iglesia de los fieles a Dios y su ley eterna. El renacimiento será obra de un pequeño remanente, aparentemente insignificante pero indomable, pasando por un proceso de purificación. Porque así es como obra Dios. Contra el mal, un pequeño rebaño resiste». Joseph Ratzinger. 1968.


Excelentes palabras de un excelente académico que jamás debió ser obligado a ser Papa.
 
Las grandes cosas de la historia han salido de Alemania, nazis, comunistas, protestantismo, los verdes, buena parte del clero aleman, hasta los illuminati empezaron alli

Aunque estoy de acuerdo en lo esencial, también salieron de allí Bach, Gluck, Mozart, Beethoven, Brahms (incluso el pedorrer de Wagner). Y Joseph Ratzinger, el mayor doctor de la Iglesia de los siglos modernos y el más grande Papa teólogo de la historia. Su figura se ve cada vez más como la de un gigante. En cambio... mejor me callo.

Pero sí, tiene razón en que el origen alemán de todas las grandes herejías al menos desde el siglo XVI (yo metería a Jan Hus, que cerca le andaba, y a toda la tropa conciliar) debería ser algo a meditar con algo más de profundidad. Lo cierto es que, frente a la unidad y armonía del catolicismo, el protestantismo tiene una marca que es muy identificatible y lleva todo el mundo que hoy se ha forjado en su molde: la vida y el mundo están siempre escindidos. Cuerpo y alma, naturaleza y espíritu, fe y razón, consciente y subconsciente, blancos y neցros, izquierda y derecha. Son los artífices del mundo actual, esquizofrénico, en el que vivimos. Lutero negó que la obra divina estuviera igualmente en el alma como en el cuerpo e inició una escisión, una grieta, que se ha extendido a todo el mundo, a toda la realidad que percibimos con nuestra mayor pobreza de espíritud. Para él, el cuerpo y lo corporal eran cosa demoníaca, sólo el alma procedía de Dios. En consecuencia, los sacramentos (que son la únión sacra de la materia y el espíritu) dejaban de tener validez.

Ahí se produce una segunda quiebra. Sin sacramentos, la comunicación con Dios se reduce al personalismo, algo que se exacerba con el libre examen. Como comenta muy acertadamente De Prada en el vídeo que trajo @BigJoe , ellos rechazan la confesión y la penitencia. ¿Quién perdona en el protestantismo? ¿Quién te perdona en ese diálogo abortado y solipsista? ¿Dónde está la objetivación, la certeza del perdón? No está, porque el hombre habla solo, en un desierto espiritual, y no hay nadie para perdonarle. Así aprende que uno es siempre el peor juez de sí mismo y que nunca se perdonará. Por eso, mientras el católico siente la gracia liberadora del perdón, el protestante arrastra la culpa, la lleva siempre consigo y acaba envenenando su espíritu personal y el de la sociedad en la que vive. Las sociedades protestantes siempre me han parecido insanas e intoxicadas de amargura, porque son hijas de un dios autista.

La vivencia de esta realidad con una culpa eterna e irredimible tiene dos salidas, que en el mundo protestante, ahora ya el nuestro, suelen ser convergentes además: negar el pecado para anular la culpa (materialismo y nihilismo) y desarrollar religiones seculares que "corrijan" el mundo y lo salven del abismo de su culpa. Todos esos -ismos que intentan salvar el mundo y sólo lo precipitan en el infierno.

A veces está bien mirarse en ese espejo angustiado y amargado del protestantismo para darse cuenta del carácter apolíneo, sereno y equilibrado del catolicismo, que no es otra cosa que la herencia de Grecia y Roma. Recuerdo haber leído en su día un libro del filólogo alemán Karl Vossler (un enamorado de España, por otra parte) en el que repasaba los temas de la literatura española del Siglo de Oro y me sorprendía su sorpresa. Hablando del Lazarillo de Tormes, constataba el hecho de que los españoles de su época se reían y compadecían a Lázaro a partes iguales, entendían su desgracia en el mundo (como después hará Cervantes) y llegaba a serles simpática y digna de toda caridad, pero no por ello pensaban que otro mundo era necesario o ni siquiera posible. No veían el sentido de pensar en cambiar un mundo que siempre había sido uno y siempre lo sería. Los sentimientos cristianos y la caridad paliaban esa insuficiencia del mundo. En cambio, el protestante, que ya ha empezado renegando del cuerpo y por tanto desvalorizando el mundo, se lanza a la fantasía metafísica y estéril de buscar otro, reformado o revolucionado, que sustituya a éste. De ahí todas las desgracias de los -ismos de los últimos 300 años. Así se ve en la obra maestra de la literatura y la burguesía alemana, el Fausto de Goethe, donde el punto culminante de la historia es la expulsión y asesinato de dos ancianos (Baucis y Filemón) para construir y justificar el Progreso (trasunto degradado y estupidizado de la Providencia divina). La abominación satánica en la que vivimos, donde el progreso con olor a azufre impone liturgias (protocolos) para salvarnos a todos (que la gracia y la paz del Estado sea con todos vosotros) a través del asesinato en masa de decenas de miles ancianos en las residencias (2020-2021). Iba a decir que sólo les faltó un festival para celebrar esas muertes, pero es que de hecho lo hubo: las terracitas, esos altares pedorros donde quemar incienso a los nuevos viejos dioses paganos.

En fin, me detengo en el siglo XVI buscando las raíces de esa fábrica de herejías que ha sido y es Alemania. Aun reconociendo que los mejores de ellos, al sol de Roma, han estado entre los mejores de los mejores. Aun así me queda la duda de si esas raíces van más allá del Cristianismo y pueden buscarse en los viejos cultos germánicos. No sé mucho del tema, así que lo dejo ahí.

Pero termino diciendo que una prueba más de esa insuficiencia protestante y de la superioridad de nuestra "aurea religio catholica" es el testimonio de la psiquiatría. En sus trabajo sobre la misa y la religión occidental, C.G. Jung reconocía que el gran problema de los contenidos inconscientes era su objetivación en la vida consciente, algo que al enfrentarlo al sujeto racional pudiera generar una verdera terapia realmente eficaz. Y Jung concluía: esto es sólo válido para los protestantes. Los católicos ya conocen, usan y viven esa vía, que permite objetivar los demonios del inconsciente, arrancándoles del incsonciente y el yo y echándoles al mundo exterior, desde donde la gracia también nos concedería el perdón. No se puede pensar, ciertamente, una religión más hermosa. @Gurney
 
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Excelentes palabras de un excelente académico que jamás debió ser obligado a ser Papa.

No diga eso, hombre, no sea pesimista. Las cosas siempre tienen un sentido, no suceden porque sí. Desde el punto de vista humano puede que no se entiendan, pero en el plan divino existen por algo.

Durante el cónclave de 2005, y a medida que aumentaban sus votos, un Ratzinger de 78 años rezaba a Dios: "Por favor, no me hagas esto". Pero lo eligieron y aceptó. Esos 8 años de pontificado han sido únicos, insustituibles. Y la figura del Papa alemán cada vez más grande, gigantesca. Esperemos que algún día cese la inquina contra él de los que hoy ocupan el Vaticano y llegue a ser, como merece, santo y doctor de la Iglesia.

Se tienen que contar por muchos miles los que se han convertido a la fe o vuelto a ella gracias a Benedicto XVI. Incluso después de abandonar el pontificado. Yo entre ellos. Jamás diría que su papado fue en vano.
 
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