JyQ
Madmaxista
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Nunca antes en la historia de la humanidad el ser humano ha experimentado una sobreestimulación tan a lo bestia de sus receptores de dopamina.
Cada vez que te echas un trago de una bebida alcohólica, enciendes un cigarrillo, haces clic en una página llena de prono, enciendes la TV en busca del último cotilleo o tu smartphone en busca de likes y aprobación de los demás en el contenido que subiste...
..., o le pegas un bocado a un producto hipercalórico ultraprocesado con aditivos saborizantes que aumentan su palatabilidad hasta niveles millones de veces superiores al de los alimentos naturales.
La gente hoy día se vuelve adicta a decenas de pilinguis hezs que terminan consumiendo compulsivamente hasta generarse problemas psicológicos o de salud hasta la muerte. Nunca es suficiente, quieres más y más, tu cerebro te pide ese gustito, hasta que se insensibiliza y se vuelve con poca gracia y adicto.
La vida de hoy día es así, placer inmediato.
El reto del ser humano, habrá de adaptarse de forma darwiniana a esto: aquel capaz de controlar su necesidad de chorro de dopamina inmediato.
Estamos en la era de las adicciones de hez, ya no son las drojas duras de antes, a las que se enganchaban cuatro desgraciados, ahora son drojas mucho más duras si caben, y su consumo está masificado.
Recibir millones de zanks: dopamina!!!
Cada vez que te echas un trago de una bebida alcohólica, enciendes un cigarrillo, haces clic en una página llena de prono, enciendes la TV en busca del último cotilleo o tu smartphone en busca de likes y aprobación de los demás en el contenido que subiste...
..., o le pegas un bocado a un producto hipercalórico ultraprocesado con aditivos saborizantes que aumentan su palatabilidad hasta niveles millones de veces superiores al de los alimentos naturales.
La gente hoy día se vuelve adicta a decenas de pilinguis hezs que terminan consumiendo compulsivamente hasta generarse problemas psicológicos o de salud hasta la muerte. Nunca es suficiente, quieres más y más, tu cerebro te pide ese gustito, hasta que se insensibiliza y se vuelve con poca gracia y adicto.
La vida de hoy día es así, placer inmediato.
El reto del ser humano, habrá de adaptarse de forma darwiniana a esto: aquel capaz de controlar su necesidad de chorro de dopamina inmediato.
Estamos en la era de las adicciones de hez, ya no son las drojas duras de antes, a las que se enganchaban cuatro desgraciados, ahora son drojas mucho más duras si caben, y su consumo está masificado.
Recibir millones de zanks: dopamina!!!
