Con la IA no habrá problemas, cualquier idioma será traducido de forma perfecta de manera casi instantánea. El que no sabe de qué habla eres tú.
Si la IA te dijera la verdad, de la misma manera que si deepL te dijera la verdad, te dirían "en tal ocasión, se parseó esta serie de palabras en un texto en idioma inglés, y en otra ocasión se parseó esta serie de palabras en un texto en idioma español, y posteriormente se determinó que el segundo texto era una traducción del primero, o era equivalente al primero, y un ser humano convalidó la validez de la conexión (o no)", y a partir de esa información, tú podrías decidir si te fías o no te fías de la traducción, normalmente, en función de lo que se parezca el segmento inicial empleado por el motor de traducción al que quieres traducir, y de la fe que tengas en la calidad del método por que se llegó a determinar que el segmento en la lengua de destino era una traducción aceptable del segmento en la lengua de origen.
Básicamente, deepL (que ha estado sujeto a un proceso de depuración de parseos de años, llevado a cabo por expertos en el sitio web de linguee) es Nicole Kidman haciendo de intérprete en la película "La intérprete", de la misma manera que la inteligencia artificial es como Hugh Laurie haciendo de Dr. House, o Jordi Rovellón haciendo de doctor Vilchez, y de nosotros depende el tomarnos su actuación como una clase de traducción o ejercicio de medicina, como un entretenimiento o el sustituir a los médicos y traductores por actores que sean guapos y que interpreten con aplomo el papel de médicos o traductores en un entorno ficticio.
Lo que pueda pasar cuando, como contaba Jordi Rovellón en una entrevista, en la vida real no haya un médico cerca y los familiares de un infartado se dirijan enojados a un actor y este le explique que no puede hacer nada, porque todo lo que han visto era una ficción, y él realmente no sabe nada de medicina, podemos imaginarlo fácilmente.
Y en cuanto a lo de que en el futuro el japonés y el catalán hablarán entre ellos en inglés, no es una opinión, es un hecho, en particular si las inteligencias artificiales y los motores de traducción llegan a funcionar correctamente (ahora no funcionan mal, y es de suponer que cada vez lo harán mejor). El par de idiomas que mejor funciona hoy en día en el campo de la traducción con motores de búsqueda es el inglés-español, porque es el que tiene un corpus más amplio. Tradicionalmente, los saltos entre dos idiomas se han realizado pasando antes por el inglés, aunque es cierto que hay motores que dicen que ahora tienen corpus suficientemente amplios como para no hacer ese paso intermedio. El problema es que la calidad de las traducciones producidas con esos corpus reducidos se resiente mucho.
Con lo cual, en ese futuro utópico de traductores automáticos universalmente accesibles de manera gratuita, sería mucho más eficiente que el catalán tradujese al inglés y comprobase la calidad del resultado de la traducción, y el japonés tradujese del inglés al japonés y comprobase la calidad del resultado de la traducción, y viceversa, que que el catalán tradujese directamente al japonés, y no tuviese ni idea de si ha habido algún error en la traducción, y el japonés hiciera lo propio.
Pero en burbuja, el que no tiene ni idea sobre cómo funciona la traducción automática, y cuál va a ser su futuro a medio plazo, soy yo.