DarkNight
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Gerard Bellalta denuncia las “torturas” que sufren muchos niños catalanes por hablar español en sus colegios | Alerta Digital
Nacionalsocialismo catalan ( y vasco).
"El presidente de Catalunya Desperta Ya!, Gerard Bellalta, ha denunciado el caso de un niño escolarizado en un centro público de Sitges (Barcelona), a quien dentro del apartado de “lenguaje verbal” de las notas con las que se le evalúa, se le ha colocado una pegatina roja en el ítem titulado “participo en conversaciones utilizando la lengua vehicular del centro”, porque su hijo, de cinco años de edad, habla habitualmente en castellano, su lengua materna.
El expediente de calificaciones utiliza un sistema por el que se coloca un adhesivo verde, amarillo o rojo para evaluar el nivel del alumno en cada ámbito, algo inteligible para niños de tan temprana edad y que supone una forma de estigmatización”, señala. “¿Qué he hecho mal, mami? ¿Por qué me han puesto una pegatina roja?”, preguntó el niño a su progenitora, lamenta Bellalta, quien cree imperativo una respuesta de las instituciones españolas a esta persecución lingüística que sufren en Cataluña los menores que tienen el español como lengua vehicular. “Se les marca como si fueran ganado y sufren el acoso psicológico de los profesores. ¿Qué será lo próximo: internar a estos pequeños a campos de concentración?”.
Nacionalsocialismo catalan ( y vasco).
"El presidente de Catalunya Desperta Ya!, Gerard Bellalta, ha denunciado el caso de un niño escolarizado en un centro público de Sitges (Barcelona), a quien dentro del apartado de “lenguaje verbal” de las notas con las que se le evalúa, se le ha colocado una pegatina roja en el ítem titulado “participo en conversaciones utilizando la lengua vehicular del centro”, porque su hijo, de cinco años de edad, habla habitualmente en castellano, su lengua materna.
El expediente de calificaciones utiliza un sistema por el que se coloca un adhesivo verde, amarillo o rojo para evaluar el nivel del alumno en cada ámbito, algo inteligible para niños de tan temprana edad y que supone una forma de estigmatización”, señala. “¿Qué he hecho mal, mami? ¿Por qué me han puesto una pegatina roja?”, preguntó el niño a su progenitora, lamenta Bellalta, quien cree imperativo una respuesta de las instituciones españolas a esta persecución lingüística que sufren en Cataluña los menores que tienen el español como lengua vehicular. “Se les marca como si fueran ganado y sufren el acoso psicológico de los profesores. ¿Qué será lo próximo: internar a estos pequeños a campos de concentración?”.