Todos nos jugamos mucho en Ucrania aunque nadie sepa identificar exactamente el qué (excepto derramar palabrería barata al respecto, darle la espalda a una despensa como es Rusia, aceptar el genocidio blanco, intercambiar bienestar por suicidio, etc)...y no me voy de Occidente porque ver cómo los suicidas chilláis segundos antes de la inyección letal es orgasmo para mis genitales.
Payasos, ni medio sufrimiento os voy a ahorrar fruta piara de iluso...os tengo que ver llorar sangre para descansar en paz...y lo veré que es lo que ni siquiera intuís demorados, lo veré.