Menuda calentura de cabeza debía llevar el tío para degollar al amante de su novia.
Imagino que serían noches y noches dando vueltas en la cama, discusión tras discusión, pidiéndole explicaciones y ella negando la mayor. "Son imaginaciones tuyas!", "eres un celoso y un paranoico", "ya te he dicho que solo somos compañeros de trabajo" "La gente es muy chismosa y le gusta malmeter". Él notaría cosas raras, que ella tenía mucha prisa por ir a trabajar y siempre le tocaba hacer el turno de noche. "Lo siento cariño, pero este sábado no podemos ir a tal sitio, tengo guardia en el hospital..."
Luego en el trabajo los compañeros eluden la conversación, hablan entre ellos, y cambian de tema repentinamente cuando le ven llegar. Un día, uno de sus compañeros se sincera por solidaridad masculina. "Mira macho, no te lo quería decir, pero me ha llegado a oídos que tu novia...". "Deberías cortar con ella, hay muchas tías por ahí...". "Pensaba que debía decírtelo por tu bien..." A partir de ese momento la sangre le ciega, ya no discute con la novia ni le increpa nada, tan solo visualiza una y otra vez la muerte del fulano.
Lo que no me encaja es que le degollara. Para que un hombre degolle a otro tiene que hacerlo por sorpresa o con la víctima en una posición de sumisión. Las tortas múltiples en el costado son más comunes por esto mismo.