La reducción de servicios implica la de sus costes, eso es evidente. Y así pueden ofrecer sus coches a precios más competitivos, o perder menos dinero con cada venta si mantienen el precio.
Para completar la ecuación sólo falta que los fanboys repitan como loros que es bueno para los clientes, (y nomalo para ellos y bueno para la marca), el no tener servicios técnicos cercanos a los que llevar el vehículo, que no es precisamente fácil de reparar en cualquier taller de barrio. Así, podemos tener a un puñado de badulaques gozosos por tener que mandar su flamante Tesla en grúa al taller cada vez que le pase algo no reparable por un técnico a domicilio, y pagar el coste de esa grúa para cientos de kilómetros cuando esté fuera de garantía. "Eto eh güeno, eh disruptivo, internec es el futuro".