* En contra de lo que dicen, el HAARP no es una instalación secreta. En realidad se trata de una instalación experimental cuyo concepto es de origen universitario, financiada por las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos debido al enorme interés de los estudios de excitación ionosférica para los militares. Pero lo que se hace allí no es ningún secreto. Sus resultados se publican en la prensa científica, tienen científicos extranjeros trabajando en la instalación, en verano organizan cursos de verano y workshops para las universidades de medio mundo, y hasta tienen jornadas de puertas abiertas para el público.
* El HAARP fue durante 14 años una instalación experimental, que sólo alcanzó su potencia máxima de emisión en el año 2007. De las principales que existen, es la menos potente. EISCAT (países nórdicos) puede calentar la ionosfera con una potencia combinada de 1.000 MW (combinados). Sura (Rusia) lo hace con 190 MW. El HIPAS de la Universidad de California, en Fairbansk, con 70 MW. HAARP, sólo con 3,6 MW. Cualquier fragata provista de radar AEGIS, como las F-100 de la Marina Española, podría hacer la misma función con 4 MW sostenidos y hasta 6 de pico. El famoso radar pájaro carpintero de tiempos soviéticos emitía hacia la ionosfera con hasta 10 MW en frecuencia de 7 a 19 MHz (HAARP opera entre 2,8 y 10 MHz).
* Estas instalaciones no se pueden utilizar como arma, al igual que el radar de nuestras fragatas o del pájaro carpintero no son armas en sí mismos. Se trata de equipos de investigación, cuyos resultados tienen un doble uso militar en el estudio de armas especiales como la de EMP o la de oscurecimiento, así como en el comportamiento de los radares OTH y de seguimiento misilístico y satelitario.
* Desde luego, no existe manera ninguna, y además les falta energía por seis o siete órdenes de magnitud, para que las instalaciones del tipo del HAARP pudieran inducir terremotos u otros grandes fenómenos geológicos. De hecho, tal cosa no es posible si no se dan primero las condiciones para que se produzca un movimiento de estas características (tectónica de placas, vulcanismo...) y en ese caso, se genera por sí mismo.
* Tampoco es evidente por sí mismo de qué manera podrían modificar el clima a gran escala, a pesar del gol que le colaron a la Unión Europea por incomparecencia del oponente (gracias, Alfredo).
* Resumiendo: las instalaciones del tipo del HAARP no son más que un radar de un tipo particular y un campo de antenas para detectar los efectos de sus emisiones sobre la ionosfera. Quien piense que esto puede constituir un arma geológica, climática, psíquica o demás lindezas, entonces debería estar aterrorizado ante nuestras F-100. :-D