T-NEP: Wall Street sigue de fiesta, todo vale hasta el 20 Enero.

Argentium

Madmaxista
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El tiempo es dinero. Trump, también. Y dos semanas de Trump electo suman una verdadera fortuna. América primero, decía el lema de campaña. Y el magnate cumple: Wall Street es la primera en cobrar. El Russell 2000, estas dos semanas inolvidables, registró su mayor avance desde julio de 2009. El Dow Jones Industrial, otro tanto desde diciembre de 2011. Ambos clavaron flamantes récords con holgura. Como US Steel es la nueva Apple, y ya no se veneran los IPhones fabricados en China sino los fierros rescatados de la herrumbre, el S&P 500, que acumuló igual las dos mejores semanas desde octubre de 2014, todavía debe trotar un 0,4% para superar sus máximos históricos. Nada que ver con la pujanza de las acciones financieras que treparon el 16% en noviembre. La ley Dodd Frank yace moribunda en el horizonte, la desregulación retrocederá los relojes a como antes de Lehman Brothers (o eso se cree), y los "animal spirits" fuera de la jaula no caben dentro de sí.

A nadie le gustaba la Bolsa. Todos preferían la seguridad de los bonos. Craso error. Con Trump presidente las acciones vuelan; sobre todo las más chicas, las que medran del mercado interno, y las que ahora pueden librarse del celo del regulador. El trumpismo no es la oda al atraso tecnológico, aunque a ratos se parezca. Los cuatro jinetes del grupo FANG (Facebook, Amazon, Netflix y Google) todavía cotizan por debajo del cierre del día de la elección, pero han comenzado a recuperarse y, en un mercado que necesite descansar luego de subir como una exhalación, podrán darse el gusto de compartir la próxima vuelta de la calesita. El presidente electo, inclusive, se muestra generoso con las compañías que atacó en campaña por su deficiente americanismo, llámense Apple, Ford o Boeing. "Hablé con Bill Ford y me anunció que mantendrá la producción de automóviles Lincoln en Kentucky y no la trasladará a México", se congratuló. Que la compañía dijera que dicha mudanza nunca estuviera en los planes es un detalle menor. Lo que importa es hacer a América grande de nuevo, y retribuirle al "gran estado de Kentucky su confianza en mí".

Confusión

¿Cómo pudo surgir tanta confusión con Trump? ¿O acaso toda esta bonanza sea otro mayúsculo malentendido? Es bueno escuchar a Steve Bannon, el estratega principal del próximo Gobierno, hombre controvertido que un Trump con talante presidencial pudo haber escondido dentro del cajón de un escritorio, pero prefirió encumbrar y aguantarse las críticas. Dice Bannon sobre el plan económico: "Con tasas negativas alrededor del mundo, es la gran oportunidad de reconstruir todo". Se refiere al plan de infraestructura de un "billón de dólares" (o medio, según otras citas). "Astilleros, acerías... Será más grande que la revolución de Reagan: conservadores más populistas, todos en un movimiento económico nacionalista". Interesante. Es una pena que las tasas negativas ya no existan más. No en la parte larga de la curva. Las mató en septiembre el Banco de Japón. Y en los EE.UU., a decir verdad, nunca lograron cuajar porque la Fed las excomulgó. ¿Ésta es la revolución en ciernes? Hubieran hablado con Bill Clinton, quien tenía las mismas ideas en 1992. El Bannon de Clinton, Jim Carville, diría después que de existir la reencarnación no querría volver como papa o presidente sino siendo el mercado de bonos. "Así puedes intimidar a todo el mundo". Y la tasa de 10 años, de junio para acá, trepó un punto completo, a 2,36%. Si éste es el plan, pues ya se pinchó antes de inflarlo, sin haber pavimentado la primera cuadra. Y más dañino que las tasas, Bannon descubrirá pronto, es el superdólar. ¿Y entonces? Menos mal que David Malpass y Steven Mnuchin publicitan un plan republicano de manual y despiertan entusiasmo. ¿Cuánto durará la bonanza en la Bolsa con una improvisación tan pavorosa? Clinton arrancó igual pero corrigió a tiempo. Ronald Reagan -que quería suprimir la Fed- acertó con Volcker sobre la marcha. Habrá que probar los reflejos de Trump. Pero mientras la Bolsa quiera creer, durará. Y qué otra cosa desear en la semana de Acción de Gracias. Después de todo, Trump recién asumirá el 20 de enero.