El Partido Verde no salvará a Alemania
Economía: - "SE ACABO AL CARNE BARATA" DICE LA MERKEL. os va a encantar comer avena de sabores yo. RECONOCED QUE ESTABAL Y PEDID PERDON por la carne comida. O
German MPs want meat tax to combat climate change
The Green Party won’t save Germany
The Greens have excited the commentariat but they are not trusted by voters.
17th January 2020
The Green Party won’t save Germany
Forty years ago this week, the German Green Party was founded. This year’s anniversary celebratio
The Green Party won’t save Germany
Hace 40 años, esta semana, se fundó el Partido Verde Alemán. Las celebraciones del aniversario de este año coinciden con la tan cacareada "ola verde". Las estrellas se han alineado para los Verdes de Alemania. La próxima elección puede ponerlos en el gobierno', dice The Economist. La Deutsche Welle afirma que un canciller verde ya no es inconcebible.
Es cierto que el Partido Verde ha recorrido un largo camino desde sus días de fundación. La miembro fundadora Petra Kelly lo describió como un "partido anti-partido" que arrasaría con la vieja corriente principal. Muchos miembros del establecimiento alemán de entonces lo veían como nada más que una colección de soñadores o fenómenos peligrosos. ¿Queremos continuar por el camino de la racionalidad, la razón y los valores burgueses, o nos dirigimos a un colorido barco de simples llamado Utopía?", preguntó el ministro-presidente de la CSU (Unión Social Cristiana) de Baviera, Franz Josef Strauss, en 1986.
En aquel entonces, pocos habrían creído lo mucho que los Verdes seguirían dando forma al debate político. La ecología y la sostenibilidad se han convertido en nuevos puntos de referencia para la política, mucho más allá del partido", dijo el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier (del SPD) en su entusiasta discurso en la celebración del aniversario. Él tiene razón. El difunto Franz Josef Strauss se sorprendería mucho al ver a sus propios sucesores en la actual CSU abogando por políticas como la prohibición de las bolsas de plástico, la eliminación gradual del carbón antes de 2030 y la consagración de la protección del clima en la constitución alemana.
Sin embargo, algunas cosas también han permanecido sorprendentemente consistentes.
Desde el principio, los Verdes han sido un partido totalmente de clase media cuyos partidarios provienen, casi en su totalidad, de los sectores acomodados de la sociedad. Las ideas verdes no florecen en los barrios obreros. Prosperan en las lujosas villas de los ricos y bellos", fue otra frase acuñada por el populista Strauss.
En 2012, un año antes de la llegada de la AfD, Manfred Güllner,
uno de los principales encuestadores de Alemania, escribió: "Los Verdes fueron y son un partido para la minoría de los bien educados, y, cada vez más, también para los grupos de altos ingresos... La adopción de numerosas ideas verdes por los otros partidos significa que grandes sectores de la población ya no se ven representados en la política".
Es por eso que la tan aclamada "ola verde" del partido debe ser puesta en perspectiva. La influencia ideológica de los Verdes es fuerte, pero su éxito electoral ha sido, en el mejor de los casos, mediocre. Sólo una vez desde 1980 el partido ha logrado ganar más del 10% de los votos en las elecciones generales. En 2009 recibió e
l 10,7%; su segundo mejor resultado fue en 2017, cuando obtuvo el 8,9%. Fue durante las elecciones de la UE del año pasado, en mayo, cuando cobró impulso el discurso de la ola verde: el partido quedó en tercer lugar en esas elecciones, con un 20,5% de los votos. Pero las elecciones de la UE, con su baja participación (61% en 2019), son atípicas.
Menos de cinco meses después, el partido tuvo un inesperado mal resultado en las tres importantes elecciones regionales de los estados orientales de Brandenburgo, Sajonia y Turingia, quedando sólo en cuarto y quinto lugar. (En Turingia y Sajonia, el partido obtuvo menos de un tercio del número de votos obtenidos por la AfD). "Ni siquiera los Verdes pueden hacer magia. Sus altos vuelos parecen haberse detenido por el momento", escribió un comentarista decepcionado en Der Spiegel.
En los últimos meses, el liderazgo de los Verdes ha sido reconocido como una celebridad por algunos en la prensa. El líder Robert Habeck encarna la "mezcla perfecta de optimismo futuro, devoción y despreocupación que podrl 10,7%; su segundo mejor resultado fue en 2017ía arrancar al país de años de letargo de Merkel", dice el taz de los Verdes. Puede hablar prácticamente con todo el mundo, delira a Jana Hensel en Die Zeit.
La exageración de los Verdes se ha convertido en parte de una estrategia política para aquellos que esperan que este partido que alguna vez fue anti-corriente principal pueda canalizar el descontento generalizado de los votantes de hoy en día. Pero en realidad, los Verdes tienen más problemas que nunca para conectar con la gente normal.
Los políticos del Partido Verde generalmente se presentan como autoritarios y arrogantes, especialmente desde que los Verdes han estado al frente de los llamados a todo tipo de prohibiciones y restricciones en la vida cotidiana.
En 2013, los Verdes demandaron infamemente un "día vegetariano" semanal obligatorio en todos los comedores públicos.
Han estado haciendo una cruzada contra la comida basura,
la carne barata,
el fumar en público,
los vuelos de bajo coste
y, más recientemente,
contra los fuegos artificiales privados en la víspera de Año Nuevo.
IVA MAS ALTO PARA QUE LOS orates COMDEROS DE CADAVERES SE joroben LOS botarates
GRACIAS MERKEL
GRACIAS PRESIDENTE PEDRO SANCHEZ
I Higher VAT would most likely reduce German shoppers' meat purchases
Green and Social Democrat (SPD) politicians in Germany say the 7% sales tax (VAT) rate on meat should be raised to 19% to help curb global warming and fund animal welfare improvements.
According to UN research, methane from livestock accounts for 14.5% of greenhouse gas emissions - more than the direct emissions from transport.
The German proposal, if made law, could reduce meat purchases and the supply of cheaper meats from factory farms.
But the agriculture minister objected.
Minister Julia Klöckner, a member of Chancellor Angela Merkel's Christian Democrat (CDU) party, said she welcomed the discussion on improving animal welfare, but argued that raising VAT was not the way to do it, as a drop in meat sales could hurt farmers' incomes.
The standard VAT rate in Germany is 19%, but most foods, including meat, benefit from the reduced rate of 7%.
The SPD is in government with the CDU, and the German Greens made big gains in the May European elections.
