Qué daño ha hecho normalizar la palabra como un arma para justificar y excusar cualquier postura. Gracias a la democracia tenemos a gente gobernando que puede contestar a lo que quiera y decir lo que quiera y al día siguiente lo contrario si les apetece, es lamentable. Por cosas así un sistema duro que restrinja la libertad y los derechos fortalece el sentido común y somete al ciudadano a unas reglas que si no se cumplen conllevan un castigo severo. En un mundo donde todo vale, la prosperidad no puede aparecer, es incompatible