Vecinos de Sant Cugat rechazan la edificación de pisos protegidos
ANTONIA PEÑA
SANT CUGAT DEL VALLÈS
La comunidad de propietarios del número 75 de la carretera de Vallvidrera de Sant Cugat del Vallès ha pedido a los tribunales la suspensión inmediata de las obras de un bloque de 59 pisos protegidos de alquiler para jóvenes, en construcción en el número 77. La empresa municipal Promusa construye la casa en un solar propiedad municipal y calificado como suelo para equipamiento.
La junta de gobierno local se personará ante el Juzgado Contencioso número 13 de Barcelona para defender la promoción pública, permitida por la legislación según el consistorio, aunque los vecinos dicen que debe hacerse un equipamiento.
El alcalde, Lluís Recoder (CiU), calificó la posición de los vecinos de "insolidaria e injusta". Lamentó la situación que se ha generado en la población que, desde hace años, realiza un importante esfuerzo para construir vivienda protegida. "Como ayuntamiento tenemos que defender el interés general sobre el particular", dijo el alcalde. Y recordó que, además de ser un proyecto "correcto y legal", coincide con un tema ético de fondo: "La solidaridad de todos para minimizar el problema del acceso de los jóvenes a la vivienda".
CASO SIMILAR
Los servicios jurídicos municipales intentarán parar el proceso abierto por los propietarios. Esta no es la primera vez que en Sant Cugat se produce un hecho de estas características. En el 2003, una comunidad de vecinos también se opuso a la promoción pública de viviendas de alquiler. Entonces un grupo de vecinos de Can Trabal recogió 800 firmas en contra de un edificio de 35 viviendas que Promusa proyectaba en la zona. Los afectados solicitaron que los terrenos se destinaran a equipamientos y argumentaron que el futuro inmueble protegido restaría valor a sus propiedades. Las viviendas se construyeron.
Recoder fue tajante en que la política municipal seguirá apostando "por la vivienda pública en todos los barrios de la ciudad siempre que sea posible porque favorece la cohesión social, aunque haya gente a quien no le guste". Sobre el caso de la carretera de Vallvidrera, el alcalde confesó que "la tesis se repite: todos entienden que hacen falta pisos para jóvenes, pero nadie los quiere al lado de su casa. Me cuesta mucho entender esa decisión porque choca con mis valores". El alcalde añadió que ninguna de las promociones municipales para jóvenes entregadas en los últimos años (40 pisos) han creado problemas al vecindario.
ZONAS VERDES
El alcalde aclaró que "ni siquiera pueden argumentar que faltan zonas verdes, porque ningún municipio de Catalunya tiene más que Sant Cugat".
Todas las gestiones para contactar con los vecinos remitieron ayer al abogado que lleva el caso, con quien no fue posible hablar al cierre de esta edición.
El Periódico