Como ya apuntó por ahí Ladrillista, lo de la lencería rara también da para unas risas.
Recuerdo una, muy cachonda y dicharachera, que con ella la fase de magreo fue casi como un pugilato. Al final, consigo quitarle la camisa y la falda pero, justo en ese momento, pega un brinco como una cabritilla y se pone a cuatro patas en la cama, con el trastero en pompa y una ropa interior rojas con pedrería que ponía: "¿Truco o trato?" :
:
jorobar, me meé de la risa. Eso sí, después hubo trato
(el truco para las shemales).
Con los accidentes fisiológicos también hay unos cuantos ratos delicados. Recuerdo con una que nos metimos una mariscada y ya noté yo que las ostras me daban muy mal fario. Para colmo pimplamos albariño de lo lindo. Y luego en plena faena noto que me empiezo a poner verde y de todos los colores :vomito: Salí escopetao al baño y llegué por milímetros. Y menos mal que la disposición de la taza y el lavabo era adecuada, porque fue como el Windows: multitarea :fiufiu:
De alguna juerga etílica sí que guardo un pésimo recuerdo de una que se empeñó en comerme los morros después de haber vaciado el estómago por arriba :S