mig15
Madmaxista
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Hay que esquematizar para ver el bosque:
-Una persona con sentido común (los abuelos de antes, por ejemplo) comprendería que abrir los mercados con el mismo control que en una estampida del Oeste, intentando competir en producción con pueblos desgraciados que trabajan como esclavos sólo para sobrevivir…nos llevaría al desastre.
En los inicios de la Globalización sólo se oponían a ella los “antisistema”, sujetos desharrapados y malolientes, mientras la borregada pacía medio aburrida y atónita ante el espectáculo, servido en los massmierda con la orientación que dictaban sus amos. Pero no hacía falta leer áridos y prolijos protocolos e informes. Sólo hacía falta el sentido común de aquellos abuelos: Si todos los lobos se ponen de acuerdo, ello es malo para los corderos.
-Cualquier estudiante de economía de primer curso comprendería que una desregulación financiera, un incremento de masa monetaria, de deuda, de productos sarama …tan brutal, tan alejado todo ello de la economía real y en un mundo finito sólo podía conducir al desastre (por continuar en la implantación de los cimientos de tal desastre le daban besos con lengua a un figurante más de este teatro, llamado Alan Greenspan).
-Siguiendo el mismo razonamiento: respecto al euro (esa arma de destrucción masiva), cualquier escolar de los países ricos y productivos del Norte sabría que inyectando alegremente tal cantidad de bits en los países del blando vientre europeo (otra metáfora afortunada de Churchil en la II GM) sólo contribuiría a que la corrupción, el despilfarro y la deuda fuera imparable…e impagable. ¿Sería de recibo compartir una moneda única con Somalia o Zimbabwe, y encima sin una rígida política fiscal común?
Respecto a la “odiosa” Alemania, verdugo inmisericorde, taimado autor de nuestras desdichas…sólo apuntaré un dato: el pueblo alemán ha perdido dos guerras mundiales en un siglo.
Creo que no está en condiciones de imponer nada a nadie. Digo el pueblo alemán; que cada cual saque sus conclusiones sobre quiénes son sus aurigas. Y éstos siempre parasitan preferentemente al perro más grande (USA, Alemania…), puesto que si dominas al doberman, los caniches siguen automáticamente el camino trazado.
-Cualquiera con dos dedos de frente comprendería que impulsando una inmi gración masiva, descontrolada y de “bajo valor añadido” sólo podía generar conflictos, romper la convivencia de la sociedad y su sentido de nación, la ignominia de la discriminación positiva, consumo desproporcionado de gastos estatales con relación a su aporte (dado el apego familiar de tal inmi gración) y tirar hacia abajo los sueldos y calidad de vida de los anfitriones.
¿Y porqué entonces -siendo todo ello tan predecible- ha seguido la tragedia hacia delante, con el entusiasmado concurso de las “fuerzas vivas” de cada país? Pues amparándose en las debilidades eternas de todo ser humano: avaricia, egoísmo, miedo, estupidez, soberbia…psicopatía…
Pero todo ello, no lo olvidemos, no es más que un medio para conseguir un fin. Es una ingenuidad pensar que los verdaderos amos sólo quieren tus cromos manoseados. jorobar, ¡ellos crean esos puñeteros cromos! Digo los verdaderos amos. Sus oportunos sirvientes, en el inmediato nivel de la escala predadora, sí que quieren tus cromitos para irse de mariscadas y pilinguis en el yate (recordad la relación entre Drácula y su esclavo-sirviente come-cucarachas del manicomio londinense).
Y también es pecar de ingenuo el creer que alguna nación del primer mundo va a sobrevivir ajeno a la debacle, como en una isla paradisíaca. Todas las medidas anteriormente enunciadas han sido aplicadas en esos países, con desigual intensidad y tiempo, pero aplicadas al fin y al cabo.
Simplemente se sigue guardando la escala y proporción de guano de cada terruño, dada su idiosincrasia; Hispanistán siempre ha sido una cosa comparada con Alemania y otros países de Europa, por lo tanto su ración de miseria será superior, pero ello no quiere decir que los “seres de luz” no vayan a tragar con su parte.
Las élites mundiales (cada cual que piense en las que quiera) siguen su Hoja de Ruta: esclavizar a los perros, gusanos, bestias…que somos nosotros (casi lo han conseguido ya) y detentar un poder absoluto, como nunca se ha visto en la Humanidad. La presente crisis se ha ido gestando desde largo tiempo –a conciencia- para ayudar a conseguir tales fines.
Para frenar la típica acusación de que esto es otra Teoría de la Conspiración, recalco que hasta los niños conspiran (contra sus maestros, sus padres, otros escolares…), las gasolineras conspiran para fijar precios, los banqueros entre sí, y los políticos, los compañeros de trabajo, y…Pues claro, cualquier grupo conspira para conseguir sus fines. Lo milagroso sería que los amos del mundo no conspirasen.
Sólo se les interpone en su camino el bloque ruso-chino. Es probable que de esta fricción entre placas tectónicas surja algún incendio.
Y siguiendo con “teorías de la conspiración”, tengo claro que el famoso episodio de la Gripe A fue un intento fallido de uno de sus fines: reducir drásticamente la población mundial (combinado además con la doctrina del shock). Este experimento -sólo fue eso- no salió adelante porque unos científicos de la República Checa descubrieron casualmente (¿Dios existe?) la letalidad de las banderillas que habían recibido de los laboratorios Baxter para su posterior distribución en toda Europa. Y también gracias a héroes –heroína en este caso- como la monja Teresa Forcades. “Epidemias” (sí, entrecomillado) de envenenamiento masivo se produjeron durante la mal llamada Gripe Española, en la I GM, con resultados letales. Es un buen ejemplo de sus causas y posibles consecuencias.
Lo volverán a intentar, puesto que no hay un método más perfecto que concienciar a las masas para que se envenenen a sí mismas, ajenos a tales peligros los autores y sus proles.
Así pues, y visto el escenario, la problemática que más preocupa por estos lares: el mantenimiento del poder adquisitivo, la integridad de los ahorros, la conservación del empleo y del sistema de protección hasta ahora conocido…es baladí de todo punto.
-Ahorros: se seguirá robando con desmesura. Sellos, preferentes, subordinadas, impuestos medievales, deuda pública, depósitos, acciones bankeras, Nuevas Rumasas, multas, inspecciones, incrementos patrimoniales, bolsas e inversiones de montaña rusa, metales con un futuro incierto y de incierta reposición, inflación, gastos sanitarios y de toda índole para compensar la desinversión institucional, Bitcoins y otros inventos…Los amos actúan como en la caza del astuta, o dirigiendo al ganado por los rediles. A su antojo suscitan alarmas o acicates y van abriendo o cerrando portones.
…Pero no será para reducir deuda, masa monetaria y demás pamplinas. Será para crear el desconcierto (¿o no lo están creando?), la inseguridad y el desamparo en los borregos. Un estado de ánimo propicio para que el rebaño sea presa fácil.
Cuando los individuos de una sociedad miran por su supervivencia en un ámbito hostil…quedan muy alejadas las entelequias de una ciudadanía concienciada de su valía y sus derechos.
-Empleo: subsistencia. En los no tan alejados años 80 era normal el pluriempleo, con el cual se abonaban en cómodas letras maravillas como una nevera o una tele; era normal terminar la jornada laboral más allá de las 8 de la tarde, levantándose de la piltra a las cinco o las seis de la madrugada. Ni siquiera los eternos funcionarios quedarán incólumes (que en los 80 ´s ganaban menos que en la privada). Creo que irán dejando que se vayan jubilando o muriendo los más antiguos, reponiéndolos con interina sangre joven y mal pagada. Mientras tanto, a los últimos de Filipinas les seguirán dando mordidas en sus sueldos y privilegios (una alucinación onírica para la ciudadanía, sueño con el que los amos ya cuentan).
Pero hay un problema: por malos que sean los sueldos…siguen habiendo demasiados “borregos” y no va a haber empleo para todos. Ni mamandurrias para mantenerlos.
Creo que no es factible (ni deseable por los amos) el que una gran masa del rebaño siga compartiendo el aire con sus dueños sin sudar sangre y multiplicándose como gorrinos en progresión geométrica. Y ahí entra de nuevo la “conspiranoia” anteriormente referida: sobra gente.
Lo solucionarán.
-Una persona con sentido común (los abuelos de antes, por ejemplo) comprendería que abrir los mercados con el mismo control que en una estampida del Oeste, intentando competir en producción con pueblos desgraciados que trabajan como esclavos sólo para sobrevivir…nos llevaría al desastre.
En los inicios de la Globalización sólo se oponían a ella los “antisistema”, sujetos desharrapados y malolientes, mientras la borregada pacía medio aburrida y atónita ante el espectáculo, servido en los massmierda con la orientación que dictaban sus amos. Pero no hacía falta leer áridos y prolijos protocolos e informes. Sólo hacía falta el sentido común de aquellos abuelos: Si todos los lobos se ponen de acuerdo, ello es malo para los corderos.
-Cualquier estudiante de economía de primer curso comprendería que una desregulación financiera, un incremento de masa monetaria, de deuda, de productos sarama …tan brutal, tan alejado todo ello de la economía real y en un mundo finito sólo podía conducir al desastre (por continuar en la implantación de los cimientos de tal desastre le daban besos con lengua a un figurante más de este teatro, llamado Alan Greenspan).
-Siguiendo el mismo razonamiento: respecto al euro (esa arma de destrucción masiva), cualquier escolar de los países ricos y productivos del Norte sabría que inyectando alegremente tal cantidad de bits en los países del blando vientre europeo (otra metáfora afortunada de Churchil en la II GM) sólo contribuiría a que la corrupción, el despilfarro y la deuda fuera imparable…e impagable. ¿Sería de recibo compartir una moneda única con Somalia o Zimbabwe, y encima sin una rígida política fiscal común?
Respecto a la “odiosa” Alemania, verdugo inmisericorde, taimado autor de nuestras desdichas…sólo apuntaré un dato: el pueblo alemán ha perdido dos guerras mundiales en un siglo.
Creo que no está en condiciones de imponer nada a nadie. Digo el pueblo alemán; que cada cual saque sus conclusiones sobre quiénes son sus aurigas. Y éstos siempre parasitan preferentemente al perro más grande (USA, Alemania…), puesto que si dominas al doberman, los caniches siguen automáticamente el camino trazado.
-Cualquiera con dos dedos de frente comprendería que impulsando una inmi gración masiva, descontrolada y de “bajo valor añadido” sólo podía generar conflictos, romper la convivencia de la sociedad y su sentido de nación, la ignominia de la discriminación positiva, consumo desproporcionado de gastos estatales con relación a su aporte (dado el apego familiar de tal inmi gración) y tirar hacia abajo los sueldos y calidad de vida de los anfitriones.
¿Y porqué entonces -siendo todo ello tan predecible- ha seguido la tragedia hacia delante, con el entusiasmado concurso de las “fuerzas vivas” de cada país? Pues amparándose en las debilidades eternas de todo ser humano: avaricia, egoísmo, miedo, estupidez, soberbia…psicopatía…
Pero todo ello, no lo olvidemos, no es más que un medio para conseguir un fin. Es una ingenuidad pensar que los verdaderos amos sólo quieren tus cromos manoseados. jorobar, ¡ellos crean esos puñeteros cromos! Digo los verdaderos amos. Sus oportunos sirvientes, en el inmediato nivel de la escala predadora, sí que quieren tus cromitos para irse de mariscadas y pilinguis en el yate (recordad la relación entre Drácula y su esclavo-sirviente come-cucarachas del manicomio londinense).
Y también es pecar de ingenuo el creer que alguna nación del primer mundo va a sobrevivir ajeno a la debacle, como en una isla paradisíaca. Todas las medidas anteriormente enunciadas han sido aplicadas en esos países, con desigual intensidad y tiempo, pero aplicadas al fin y al cabo.
Simplemente se sigue guardando la escala y proporción de guano de cada terruño, dada su idiosincrasia; Hispanistán siempre ha sido una cosa comparada con Alemania y otros países de Europa, por lo tanto su ración de miseria será superior, pero ello no quiere decir que los “seres de luz” no vayan a tragar con su parte.
Las élites mundiales (cada cual que piense en las que quiera) siguen su Hoja de Ruta: esclavizar a los perros, gusanos, bestias…que somos nosotros (casi lo han conseguido ya) y detentar un poder absoluto, como nunca se ha visto en la Humanidad. La presente crisis se ha ido gestando desde largo tiempo –a conciencia- para ayudar a conseguir tales fines.
Para frenar la típica acusación de que esto es otra Teoría de la Conspiración, recalco que hasta los niños conspiran (contra sus maestros, sus padres, otros escolares…), las gasolineras conspiran para fijar precios, los banqueros entre sí, y los políticos, los compañeros de trabajo, y…Pues claro, cualquier grupo conspira para conseguir sus fines. Lo milagroso sería que los amos del mundo no conspirasen.
Sólo se les interpone en su camino el bloque ruso-chino. Es probable que de esta fricción entre placas tectónicas surja algún incendio.
Y siguiendo con “teorías de la conspiración”, tengo claro que el famoso episodio de la Gripe A fue un intento fallido de uno de sus fines: reducir drásticamente la población mundial (combinado además con la doctrina del shock). Este experimento -sólo fue eso- no salió adelante porque unos científicos de la República Checa descubrieron casualmente (¿Dios existe?) la letalidad de las banderillas que habían recibido de los laboratorios Baxter para su posterior distribución en toda Europa. Y también gracias a héroes –heroína en este caso- como la monja Teresa Forcades. “Epidemias” (sí, entrecomillado) de envenenamiento masivo se produjeron durante la mal llamada Gripe Española, en la I GM, con resultados letales. Es un buen ejemplo de sus causas y posibles consecuencias.
Lo volverán a intentar, puesto que no hay un método más perfecto que concienciar a las masas para que se envenenen a sí mismas, ajenos a tales peligros los autores y sus proles.
Así pues, y visto el escenario, la problemática que más preocupa por estos lares: el mantenimiento del poder adquisitivo, la integridad de los ahorros, la conservación del empleo y del sistema de protección hasta ahora conocido…es baladí de todo punto.
-Ahorros: se seguirá robando con desmesura. Sellos, preferentes, subordinadas, impuestos medievales, deuda pública, depósitos, acciones bankeras, Nuevas Rumasas, multas, inspecciones, incrementos patrimoniales, bolsas e inversiones de montaña rusa, metales con un futuro incierto y de incierta reposición, inflación, gastos sanitarios y de toda índole para compensar la desinversión institucional, Bitcoins y otros inventos…Los amos actúan como en la caza del astuta, o dirigiendo al ganado por los rediles. A su antojo suscitan alarmas o acicates y van abriendo o cerrando portones.
…Pero no será para reducir deuda, masa monetaria y demás pamplinas. Será para crear el desconcierto (¿o no lo están creando?), la inseguridad y el desamparo en los borregos. Un estado de ánimo propicio para que el rebaño sea presa fácil.
Cuando los individuos de una sociedad miran por su supervivencia en un ámbito hostil…quedan muy alejadas las entelequias de una ciudadanía concienciada de su valía y sus derechos.
-Empleo: subsistencia. En los no tan alejados años 80 era normal el pluriempleo, con el cual se abonaban en cómodas letras maravillas como una nevera o una tele; era normal terminar la jornada laboral más allá de las 8 de la tarde, levantándose de la piltra a las cinco o las seis de la madrugada. Ni siquiera los eternos funcionarios quedarán incólumes (que en los 80 ´s ganaban menos que en la privada). Creo que irán dejando que se vayan jubilando o muriendo los más antiguos, reponiéndolos con interina sangre joven y mal pagada. Mientras tanto, a los últimos de Filipinas les seguirán dando mordidas en sus sueldos y privilegios (una alucinación onírica para la ciudadanía, sueño con el que los amos ya cuentan).
Pero hay un problema: por malos que sean los sueldos…siguen habiendo demasiados “borregos” y no va a haber empleo para todos. Ni mamandurrias para mantenerlos.
Creo que no es factible (ni deseable por los amos) el que una gran masa del rebaño siga compartiendo el aire con sus dueños sin sudar sangre y multiplicándose como gorrinos en progresión geométrica. Y ahí entra de nuevo la “conspiranoia” anteriormente referida: sobra gente.
Lo solucionarán.
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