Es muy diferente trabajar para el Estado que recibir paguitas del Estado. De hecho los funcionarios también pagan impuestos. Igual que no es lo mismo recibir una ayuda no contributiva que un pensionista que ha cotizado durante 45 años.
Luego, respecto a los que viven de la Caridad (paguiteros) y los que no aportan (ninis, jóvenes en paro y gente de mal vivir) ¿como pueden tratar de revertir su situación si no se les permite votar? ¿Y si yo no soy capaz de encontrar trabajo por culpa de las políticas ruinosas de un gobierno, no tendría derecho a votar por otra opción?
El problema que tenemos es cultural, cuando mucha de esa gente que se encuentra en esa situación en vez de votar opciones políticas que promuevan el empleo, el emprendimiento y el mérito se echen en brazos del primero que les promete una paguita que les permita vivir rascándose los bemoles. Pagarían Justos por pecadores.
Los funcionarios no son pagadores netos de impuestos. Si su salario sale íntegramente de los impuestos de los trabajadores de la privada, y después ellos pagan un % de su 100% del salario... Pues eso, es como no pagar. Y la mayoría de ellos trabajan en puestos en los que no aportan nada a la sociedad, y todavía menos para lo que cobran y lo que trabajan.
Por otra parte yo no soy partidario de una democracia en la que todo el mundo pueda votar desde los 18 años. Si mucha gente es incapaz de administrar su vida, ¿Cómo van a decidir sobre el futuro de España y por ende, del resto de los españoles?
Y por administrar su vida no me refiero a alguien que haya trabajado toda su vida y se haya quedado en el paro, o alguien que haya estudiado y no encuentre trabajo. Esos son motivos ajenos a la persona. Me refiero a esta gente que cobrando 1000€ se mete en hipotecas de 800€. O que se lo gastan todo en viajes y ropa. O a los que no quieren trabajar, que haberlos, los hay.
Efectivamente el problema es cultural. En este país se ve al empresario como el malo de la película, cuando son los que dan empleo. Si no hay más empresarios es por primero, una traba continua para aquél que quiere montar una empresa. La cantidad de burocracia y de pagos que se realizan incluso antes de empezar la actividad es desorbitante. Y segundo, porque España está llena de gente de izquierdas, que son un cáncer (de manera literal) para este país. Lo que hace que se le ponga no solamente trabas al empresario y a cualquier actividad económica que pueda ser beneficiosa, sino que además atacan a todos aquellos que no casan con su ideología con el beneplácito de los gobiernos de turno y de los secuaces que son los medios de comunicación.
Los simples útiles son los funcionarios, que suelen ser muy afines a la izquierda. Siendo principalmente médicos y profesores, estos últimos los encargados de moldear las mentes de los más jóvenes con ideas absurdas y muy alejadas de lo que realmente es el mundo y la vida, en general.