Coge a un chavalín de, digamos, 25 años, que haya estudiado una carrera no muy dura, no puramente técnica. E intenta contarle cuentos de brecha salarial, techos de cristal, etc. Salvo que la abducción massmierdática sea irreparable, no se lo va a creer porque colisiona con su experiencia.
¿Cuál es esta experiencia? Veamos...
-Ha convivido con mujeres de su edad que han tenido las mismas oportunidades laborales y recursos económicos. Han podido disfrutar de becas PARA MUJERES, específicamente o de facto (encontrar un hombre en los chiringuitos genaritas parece un ejercicio de ''¿dónde está wally?''). No cuela lo de ''la sociedad machista no quiere que se formen''.
-Han visto en mil y una ocasiones como la violencia de la mujer hacia el hombre no conlleva sanción social negativa, mientras que la autodefensa en esas situaciones sí, y en caso de no defenderse, se activa el estigma de ''te ha pegado a una mujer''. Son situaciones en las que sólo pueden perder, independientemente de quién las haya provocado (he visto alguna que otra motivada porque una tía le roba una copa a un tío, por ejemplo). No cuela lo del ''sesso agresor'' y el ''sesso agredido''.
-Han experimentado relaciones obsesivas, celos compulsivos, parejas ciclotímicas...No cuela lo del ''sesso controlador'' y el ''sesso controlado'', no conciben que la subordinación sea por sesso y no por tipos de personalidad.
-Han sufrido el mercado de trabajo en sus curros ''de estudiante'', similarmente mal pagados. Sin embargo, los desempeñados por ellos solían ser más exigentes en lo físico (campo, industria, obra...), mientras que los de ellas eran más ''ligeros'' (camareras, azafatas, monitoras...). En el caso de las mujeres que desempeñan trabajos que requieren cierta capacidad física, es habitual que se las libere de las tareas más duras (sin cobrar menos por ello). La discriminación salarial no cuela.
-Han llegado a estudios superiores, pudiendo dedicarse prácticamente en exclusiva a ellos, y los han sacado con resultados similares a los del otro sesso. Sin embargo, su inserción laboral es mejor. ¿Por qué? Muy sencillo: son decorativas, en todos los sentidos. Dan una imagen de diversidad a empresas ''masculinas'', se premia la igualdad sólo si ellas son la minoría, se dan subvenciones especiales por contratación de mujeres...Y por supuesto, son decorativas en el sentido estético: su voz más suave y su presencia menos amenazante son vistas como valores en el trabajo de cara al público. Si este trabajo no es muy especializado (secretarias, televentas, cajeras, trabajo de ventanilla...), ellas tienen todas las de ganar a poco que no sean badulaques profundísimas. Lo mismo para temas como la preparación física, el cuidado de dependientes, la hostelería, los medios de comunicación... Y en una economía muerta, es eso o el paro. La denostada noción de ''mujer objeto'' es un recurso, no una forma de explotación sensual. En resumen: no cuelan los techos de cristal, ni la discriminación en el acceso al mercado de trabajo.
-En muchos casos, han visto como a ellos se les obligaba a echar una mano en el negocio familiar (electricistas, fontaneros, albañiles, agricultores...), mientras ellas se iban de rositas. No hay apenas situaciones en las que sea al revés, ya que, por ejemplo, ante un negocio de hostelería o una tienda, trabajarán igual chicos y chicas. La herencia también será igualitaria. Y el reparto de tareas domésticas, de recaer especialmente en alguien, lo hará en la progenitora, no en las hijas, con patrones de comportamiento similares a sus hermanos. La desigualdad doméstica y las relaciones asimétricas en el hogar no cuelan.
-Han visto a sus madres incorporarse de forma más o menos satisfactoria al mercado de trabajo y, en muchos casos, asumir de forma casi exclusiva el control económico del hogar, llevar las relaciones familiares a la matrilinealidad y negociar los conflictos con sus padres de forma adulta, en pie de igualdad (en ciertos casos, hasta habrán visto cómo sus madres desplumaban a sus padres en el divorcio). No cuela lo del patriarcado.
-Han conocido casos de denuncias falsas, y han podido ver cómo hay mujeres que utilizan la amenaza de denuncia como forma de extorsión sin que a nadie parezca importarle. Han visto relaciones asimétricas en el que el dominante no siempre era el miembro de un mismo sesso. Han visto que la crueldad, el rencor y la egolatría no tienen genitales. Por eso, la violencia ''de género'' no cuela.
Pretenden hacer cargar a la generación actual con una culpa diseñada para sus padres o incluso abuelos, quienes disfrutaron de las supuestas ventajas de la discriminación sensual. Pero es que los jóvenes actuales no han tenido esas ventajas, sino todo lo contrario: por poner otro ejemplo, en oposiciones para policía o bombero, se han visto excluidos para meter a mujeres con menor capacidad objetiva, estableciendo un baremo dual. Ellas, en cambio, están abolutamente privilegiadas: por compensar daños que no sufrieron, obtienen ventajas competitivas que NO NECESITAN, salvo que acepten su incapacidad mental/laboral.
Como las tradicionales fuentes de creación de remordimientos no funcionan frente a la experiencia directa de la inexistencia de la discriminación negativa hacia la mujer, han de crear una instancia inconsciente: los micromachismos. Son indetectables para un no expero en ''genaro'', o más bien, sólo alguien ''entrenado'' en su detección puede realizarla. Se sustraen pues de la conciencia del individuo, se somete a un análisis patológico en el cual la dictadura genarita ejerce como psiquiatra de guardia. Se convierten las relaciones entre sexos en una dinámica enfermo-paciente, en la que el hombre es incapaz de evaluar sus síntomas y debe someterse a una autoridad externa para determinar su jovenlandesal. Una autoridad externa con pretensiones de ser ubicua, de hacer de cada mujer (y cada hombre abducido) un ''vigilante'' de los ''ideales de igualdad'', siempre atento a delatar, adoctrinar y someter a juicio público la esfera de lo privado. Algo inventadísimo por las ideologías totalitarias, en las que sin lugar a dudas se podría encuadrar la mayor parte del feminismo actual.
El hombre incapaz de comprender la ideología de género es un ser mentalmente inferior, sólo consciente de sus acciones en términos de responsabilidad penal, pero para todo lo demás, es un ser vacío, sin personalidad, un simple vehículo de impulsos atávicos y la encarnación del ''patriarcado rosa invisible''
Unicornio rosa invisible - Wikipedia, la enciclopedia libre En su condición de inferioridad, debe ocupar los peores puestos en la escala sociolaboral, humillarse en las relaciones interpersonales, dejar que prosperen el ''delito de autor'', la suspensión de la presunción de inocencia y la manipulación estadística; además, por supuesto, de dejar la crianza de los hijos como un asunto puramente discreccional en el que pintan bastante poco (salvo como proveedores económicos).
Es una dictadura del pensamiento doble coreografizado, la autorrepresión y el chantaje emocional. El sueño húmedo de cualquier chalado megalómano. A ver si no va a ser casualidad...