¿Seguirá Iván Espinosa de los Monteros los pasos de Alberto Rodríguez y dejará su acta de diputado tras ser condenado por el Supremo?

Israel Gracia

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Iván Espinosa de los Monteros
Iván Espinosa de los Monteros
7 de octubre de 2021. La Sala Segunda del Tribunal Supremo condenó al diputado de Unidas Podemos, Alberto Rodríguez, como autor de un delito de atentado a agentes de la autoridad por patear a un policía a la pena de 1 mes y 15 días de prisión. Los magistrados le aplicaron la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, ya que los hechos sucedieron hace 7 años. Nada más conocerse la sentencia, Vox se convirtió en martillo pilón del diputado canario y exigió una y otra vez a Rodríguez que dejase su acta de parlamentario.
El portavoz del grupo de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, señaló en una rueda de prensa: “Este agresor de policías no puede seguir un minuto más alterando con su voto los debates del Congreso”, ha opinado Espinosa, quien ha lamentado que la Mesa no haya abordado aún la cuestión porque en su última reunión todavía no había sido informada de la resolución judicial.
Para el portavoz de Vox, se trataba de “un asunto de máxima gravedad que debería tratarse con la necesaria inmediatez”, ya que “este individuo no merece votar ni siquiera en el pleno que comienza pasado mañana”, en referencia a la sesión plenaria del día siguiente.
Finalmente, Rodríguez tuvo que cesar en sus funciones como diputado y retornar a la actividad privada.
Este lunes, el Tribun al Supremo ha ratificado la condena al portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros , por eludir el pago de las obras de reforma realizadas en la vivienda familiar en el distrito de Chamartín (Madrid). De esta manera la Sala de lo Civil desestima el reurso de casación interpuesto por el diputado contra el dictamen de la Audiencia Provincial.
El Supremo confirma que Espinosa de los Monteros tiene que pagar su deuda de 63.183 euros, además de intereses y las costas judiciales a la empresa RUE SL (Rehabilitación, Urbanización y Edificación SL), según la sentencia, fechada en noviembre.
Dos sentencias anteriores, una contra una sociedad que administraba el diputado nacional de Vox y de la que era el único socio y otra directamente contra él, determinaron que Espinosa de los Monteros quiso dejar sin pagar parte de las obras de su lujosa vivienda de cuatro plantas. La segunda fue ratificada después por la Audiencia Provincial, un dictamen que ahora confirma el Supremo desestimando el recurso del portavoz parlamentario de Vox y declarando “firme” la sentencia contra la que ya no cabe recurso después de siete años de litigio judicial.
El dirigente de Vox compró en 2010 la vivienda al norte de la capital, para lo que solicitó una hipoteca de 1,2 millones de euros. El inmueble, con una planta baja y una principal, fue transformada en una casa de cuatro alturas y 545 metros cuadrados con ascensor, gimnasio, garaje y una piscina con solárium en la terraza, donde también hay una zona verde.
Espinosa de los Monteros utilizó en 2012 una sociedad de la que era único accionista y administrador: Pedro Heredia 6 SL para hacer la contratación de las obras, y su esposa, la tambien dirigente de Vox Rocío Monasterio, fue la arquitecta que realizó el proyecto. La casa fue puesta a la venta después por un precio de tres millones de euros.
Nos preguntamos si Iván Espinosa de los Monteros hará lo que tanto exigió al diputado de Poremos: renunciar a su escaño tras ser condenado en firme. Aunque sabemos que en política es necesario cabalgar contradicciones, y que Vox tratará de convencernos de que ambos casos son diferentes, jovenlandesalmente no es menos reprobable que un cargo público deje de pagar las obras de su chalé que la presunta patada a un policía en 2014, en el transcurso de una manifestación.
La ejemplaridad y la coherencia en la vida privada son deseables, convenientes. Nos hacen mejores personas. En la vida pública (y en la responsabilidad política) son exigibles. Nos hacen ser mejores servidores públicos. El paso de la jovenlandesal privada a la jovenlandesal pública, es decir, a la ética política, es uno de los grandes temas en la filosofía política. ¿Puede alguien inmoral en la vida privada ser virtuoso en la pública, en la política? Difícil. Y cuando esto sucede, el cinismo se apodera de los dirigentes políticos y la verdad acaba por resquebrajar la confianza y la credibilidad política.
El filósofo español Javier Gomá Lanzón, en su ensayo titulado Ejemplaridad Pública afirma: «Nos guste o no, nos parezca bien o no, los demás son un modelo para nosotros y nosotros somos un modelo para los demás». Es así: todos somos ‘ejemplos’. Pero podemos convertirnos en un ejemplo a seguir, en un modelo a imitar o, en los casos menos felices, podemos convertirnos en un ejemplo de lo que no hay que ser, decir y hacer. Sucede que somos casi siempre ‘ejemplos’, pero no naturalmente ‘ejemplares’.
Exigimos políticos ejemplares. Siempre. Y esto ocurre, principalmente, porque quienes ostentan cargos públicos poseen mayores niveles de responsabilidad. Todo lo que hacen y dejan de hacer es de interés público. La ejemplaridad en un político debería ser una categoría política fundamental.
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CHORPRECHAAAAA!

Y LOS BURBUVOXITOS GANACÉNTIMOS DE TURNO CALLADOS COMO LAS PVTAS BARATAS QUE SON, QUÉ RARO....! SI CON EL DE LAS RASTAS CAGARON CHOPOCIENTOS HILOS sonrisa:
 
A ver, yo particularmente si fuera Espinosa de los Monteros presentaría la dimisión ya que no solo hay que ser honrado sino además parecerlo, y más un político.

Pero:

1º Es una sentencia CIVIL inadmitiendo un recurso presentado por Espinosa.
2º No se ha juzgado ningún delito, no es una condena PENAL.
3º Sólo se es delincuente si se comete delito.
4º El juicio es por un desacuerdo en el resultado del contrato de obra que todos podemos impugnar si no estamos de acuerdo con como nos han arreglado la vivienda.
5º Los trabajadores son de la sociedad demandada no de Espinosa que no ha impagado a ningún trabajador sino a una Sociedad Limitada.
6º En el ámbito civil si tú no estás de acuerdo con el trabajo de la otra parte contratante, recurres a la Justicia, la cual puede decidir, como en este caso, darle la razón al contrario.

No mezclemos churras con merinas.
 
Vamos a decirlo con propiedad y que luego cada cuál saque sus conclusiones... El Tribunal Supremo desestima el recurso interpuesto por la sociedad de la que es administrador y creo que socio mayoritario Espinosa, contra la Sentencia que le condenaba a pagar a otra sociedad, todo ello por la discrepancia en el precio de unas obras. Pleito mercantil.
 
A ver, yo particularmente si fuera Espinosa de los Monteros presentaría la dimisión ya que no solo hay que ser honrado sino además parecerlo, y más un político.

Pero:

1º Es una sentencia CIVIL inadmitiendo un recurso presentado por Espinosa.
2º No se ha juzgado ningún delito, no es una condena PENAL.
3º Sólo se es delincuente si se comete delito.
4º El juicio es por un desacuerdo en el resultado del contrato de obra que todos podemos impugnar si no estamos de acuerdo con como nos han arreglado la vivienda.
5º Los trabajadores son de la sociedad demandada no de Espinosa que no ha impagado a ningún trabajador sino a una Sociedad Limitada.
6º En el ámbito civil si tú no estás de acuerdo con el trabajo de la otra parte contratante, recurres a la Justicia, la cual puede decidir, como en este caso, darle la razón al contrario.

No mezclemos churras con merinas.
Estoy de acuerdo, pero el relato del Supremo deja en mal lugar al tipo. Básicamente concluye que Espinosa eludió sus obligaciones al cerrar una sociedad pantalla, es decir, reconoce mala fe o mala praxis, y ahí entra lo que dices al principio, que un político no solo debe ser honrado sino parecerlo.

Por tanto no está obligado a dimitir, ¿pero sería lo correcto? Bajo mi punto de vista sí, desde luego.
 
¿Ya estamos con el ventilador de la cosa? OP, a ver si te cae toda encima.
 
¿Ya estamos con el ventilador de la cosa? OP, a ver si te cae toda encima.
Es perfectamente lícito discutir una cuestión de esta naturaleza, con indiferencia de quien sea el op y sus afiliciaciones particulares. Y de hecho atacar al op solo por presentar el debate me parece francamente infantil. ¿No hay libertad de expresión? ¿No es parte del ideario de vox que se hable de todo sin tapujos? Ah claro, pero si se trata de vox no se puede decir nada... incoherencias premium.
 
Por otra parte observo que no ostenta cargo público alguno en la Administración. Es un diputado electo y a sus electores se debe.
Si fuera de alguna forma parte del Gobierno se podría entender una dimisión por cuestiones jovenlandesales, que no legales, en caso de que esto fuera algo hecho durante su mandato en el cargo que fuera.
 
No me cae bien ningún político y lo que haría con todos y cada uno de ellos es delictivo.

Pero los que se están rasgando las vestiduras son los de

VI-LLA-TI-NA-JA

Los del crédito barato de la caja de arquitectos.
 
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