Secuestran durante 23 días a un turista que viajaba de Turquía a Málaga y piden 500.000 euros de rescate

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Suban y suban su vida privada y sus llegadas de viaje a las redes sociales
No lo cuentan, pero es probable que ese sea el origen del problema
Para esto sirven los pisos turísticos, para camuflar la identidad
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Secuestran durante 23 días a un turista que viajaba de Turquía a Málaga y piden 500.000 euros de rescate
La víctima con pasaporte sueco estuvo engrilletado encerrado en las habitaciones de varios pisos turísticos
Los narcos de la Costa del Sol cambian los ajustes de cuentas: menos asesinatos y más secuestros


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Detención de uno de los secuestradores cuando iba a recoger el dinero ABC
J. J. MADUEÑO
Málaga

16/04/2024
Actualizado a las 11:14h.

Llegó al aeropuerto de Málaga y pensó que lo recogía un emisario de un amigo, pero en realidad era un secuestrador. Fue raptado para exigir a cambio de su vida 500.000 euros. La Policía Nacional han detenido a dos personas por estos hechos. La víctima es un sueco que durante 23 días estuvo encerrado en varias habitaciones de apartamentos con las manos engrilletadas y un dispositivo de localización.
Tras cinco días de intensas negociaciones con los detenidos, se estableció un dispositivo de pago entre uno de los familiares de la víctima y la organización criminal con el objetivo de liberar al secuestrado. Ahí acabó una investigación que se inició con la denuncia interpuesta por uno de los familiares de la víctima.

El rapto se produjo cuando el secuestrado venía de Turquía a España con un amigo para conocer el país. A su llegada al aeropuerto de Málaga fue recogido por una tercera persona que presuntamente había sido enviada por su amigo para llevarles al hotel donde se hospedaba. No fue así. En realidad lo hicieron desaparecer a la fuerza.
A partir de este momento, los familiares de la víctima dejaron de tener noticias de este turista, hasta que varios días después los secuestradores se pusieron en contacto con ellos. A cambio del raptado les exigían el pago de 500.000 euros en criptomonedas.
Tras una exhaustiva investigación policial se logró dar con la ubicación de la primera vivienda donde estuvo la víctima secuestrada. Sin embargo, al llegar allí ya no se encontraba en dicho lugar. Los secuestradores no tenía un lugar fijo. Éstos cambiaban de domicilio cada cinco días, utilizando para ello documentación falsa, vehículos de alquiler y alojamientos turísticos.
Uno de los familiares del secuestrado que residía en Estambul (Turquía) era el que estaba recibiendo las llamadas telefónicas de los secuestradores, por lo que se desplazó hasta Málaga. Los investigadores de la Policía Nacional establecieron un dispositivo de rescate, facilitando instrucciones concisas de la forma en que debía comunicarse con los secuestradores.
Tras cinco días de intensas negociaciones se logró acordar un dispositivo para materializar el pago del rescate. Se organizó todo en un restaurante de Málaga. A cambio ellos liberarían a la víctima.
Los agentes establecieron un amplio dispositivo de vigilancia sobre el restaurante y observaron a uno de los secuestradores realizando diversas batidas por la zona en busca de la posible presencia policial, extremando las medidas de seguridad. Al no detectar a los agentes, se personó otro de los secuestradores junto con la víctima, reuniéndose todos con el familiar dentro del restaurante.
Los agentes detuvieron a los dos secuestradores y liberaron a la víctima tras 23 días de captura. La red criminal mantenía siempre a la víctima encerrada en habitaciones y con las manos engrilletadas. Además, tapaban su rostro con mascaras y pasamontañas para impedir que pudiera reconocerles. Hasta colocaron incluso un dispositivo de geolocalización en uno de los zapatos.
Pistola simulada
En el momento de la detención, los agentes intervinieron en poder de uno de los secuestradores una pistola simulada. Una vez liberado, y tras recibir asistencia médica, aportó diversos datos que condujeron a los agentes hasta el último domicilio donde había estado retenido.
En el registro de la vivienda, ubicada en Fuengirola (Málaga), se intervinieron los teléfonos móviles desde los que los secuestradores realizaban las comunicaciones, los grilletes utilizados para retener a la víctima, dispositivos de geolocalización y otros efectos de interés para la investigación.
La investigación sigue abierta con el objetivo de encontrar al resto de miembros de la organización criminal que participaron en el secuestro. A los dos arrestados (uno sirio y otro libanés) se le imputan los delitos de secuestro, lesiones, organización criminal y delito contra la integridad jovenlandesal. La autoridad judicial decretó su ingreso en prisión.
 
No ir con la víctima a un restaurante público es de primero de secuestrador, no me jorobes
 
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