Los remeros deben abandonar la nave y subirse a los botes.
Los que queden al gobierno de la nave harán lo único que saben hacer, traicionarse.
Se hundirá la nave, prosperarán los botes.
La otra opción es cambiar el chip de remero a puñetero vago y esperar a que te echen, como si pasan 10 años. Cada día dejar un pequeño rastro de alguna mínima tarea y si te echan con despido procedente pleitear y argumentar que hacías muchas cosas... no me gustaría tener que actuar así pero algunas empresas es lo único que merecen de parte de su personal.
He tenido que enfrentarme a una durísima situación donde se mezclaban, asuntos organizativos de la empresa, presunta estafa, guerra en el consejo, suicidio de un consejero, querella criminal de la sociedad contras sus ex directivos y todo aderezado con vínculos familiares (míos y de otros empleados con el consejo) y acosos laborales.
He aprendido a tomarme las cosas de otra manera porque lo pasé bastante mal preocupándome de hacer lo correcto. Finalmente los honestos ganamos en este caso y a un altísimo precio, pero no siempre es así.