En un futuro lejano, se podrá transmitir toda la memoria de un cerebro a otro, de forma artificial, biotecnológica, incluso llegando a niveles puramente biológicos.
Lo que está claro es que solo podrán hacerlo unos pocos, de modo que tipos como kissinger o soros o el mismísimo pedo Sánchez de ese futuro podrán saborear la inmortalidad.
Y mi opinión en este tema concreto, es algo muy filosófico y ético, tras varias generaciones esas personas no serán las que eran, por cada copia transmitida irán perdiendo humanidad al sentirse tan superiores, hasta el punto que serán entes completamente diferentes corroídos por su ansia de perpetuar poder ligado a la inmortalidad.