Gerión
Madmaxista
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Se pueden identificar dos Europas: la Europa de Roma y la Europa del Canal de la Mancha. Se perfilaron de forma clara en los Tratados de Viena y Hannover a principios del XVIII, ya con el Borbón en el trono, para que no se diga. En una, la Cristiandad Real: España, el Sacro Imperio y Austria, a los que poco después se acercará Rusia. En el otro, todo el Atlántico Hereje: Inglaterra, Francia, Prusia, Suecia, Dinamarca y los Países Bajos.
La primera viene siendo dinamitada poco a poco. España aguanta cien años más. Austria, doscientos. Los demás territorios alemanes e italianos caen ante Prusia y la Padania, que no han sido naciones ejemplares. Este proceso de atlantización se ha extendido por casi trescientos años, aunque debería ir llegando a su fin.
Pero aún les queda Rusia. Le desean el mismo destino. La forma oficial por la cual Rusia puede unirse a Europa -a la otra Europa- es a través de su fragmentación. Las naciones resultantes de la implosión rusa se irían incorporando a Europa siguiendo el modelo balcánico. No es difícil imaginar una transición liderada por los opositores al pilinguinismo, que tienen corte neoliberal, y la aparición de una bonita constelación de indigenismos siberianos replicando las chifladuras norteamericanas. Una enfermedad que conocemos bien.
La primera viene siendo dinamitada poco a poco. España aguanta cien años más. Austria, doscientos. Los demás territorios alemanes e italianos caen ante Prusia y la Padania, que no han sido naciones ejemplares. Este proceso de atlantización se ha extendido por casi trescientos años, aunque debería ir llegando a su fin.
Pero aún les queda Rusia. Le desean el mismo destino. La forma oficial por la cual Rusia puede unirse a Europa -a la otra Europa- es a través de su fragmentación. Las naciones resultantes de la implosión rusa se irían incorporando a Europa siguiendo el modelo balcánico. No es difícil imaginar una transición liderada por los opositores al pilinguinismo, que tienen corte neoliberal, y la aparición de una bonita constelación de indigenismos siberianos replicando las chifladuras norteamericanas. Una enfermedad que conocemos bien.