EEUU , para afuera, vota en contra de una resolución de condena al nazismo en la ONU,
alienta a los neonazis en Ucrania, a Bolsonaro y a otras expresiones similares en Europa.
Para adentro, escenifica y simula una situación de alarma extraordinaria por el ascenso
de la extrema derecha. Todo lo que tocan no parece que sea muy coherente.