Un rato para recordar:
En el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1979) se realizó lo que fue llamada "matrícula general de extranjeros".
Proceso que permitió la regularización masiva de millones de colombianos que vivían y trabajaban ilegalmente en Venezuela...
En estados como Táchira acudieron decenas de miles de personas a matricularse, y durante semanas había colas kilométricas
en el velódromo JJ jovenlandesa y en la plaza de toros de Pueblo Nuevo. Desde aquel momento, la enorme masa de colombianos
asentados en el país, empezaron a portar documento de tonalidad verde y blanco, tamaño carta, que era conocido popularmente
como "la hoja de plátano".
Miles de peruanos y ecuatorianos que habitaban en colonias de numerosos barrios del país, también fueron al proceso
de legalización. Y cada vez que había operativos de seguridad y orden público las autoridades llegaban exigiendo "cédula
o la hoja de plátano". Sin embargo, nunca campañas de repruebo y xenofobia contra esta numerosa masa de extranjeros hubo,
que en sólo pocos meses ya portaban su primera Cédula de "transeúnte" otorgada por el Gobierno venezolano, que les
facilitaba su estancia en el país así como su mejor adaptación al sistema laboral que tantos beneficios les brindó, como
la posibilidad comprar casa, carro, muebles y hasta de enviar remesas.
En un corto periodo de tiempo éstos millones de colombianos, peruanos, ecuatorianos, trinitarios, haitianos... ya portaban
Cédula de residentes y formaron nuevos hogares en la patria de Bolívar. Tuvieron hijos, nietos y colaborando en impulsar
la entonces emergente economía venezolana.
Tiempo atrás, por allá por los años 40, 50 y 60, en plena española, II Guerra y en la posguerra, llegaron a costas caribeñas
barcos repletos de miles de portugueses, italianos, alemanes, así como canarios, gallegos y vascos... Pero esa es otra...