La Doctrina Monroe, establecida por primera vez en 1823, continúa realmente hasta hoy, creada para "evitar el imperialismo europeo
en toda América", pero el verdadero propósito principal de la nueva política Monroe estaba dirigido a asegurar que sólo fuera EEUU
quien pudiera colonizar el resto del hemisferio.
EEUU siempre se ha negado sistemáticamente a permitir cualquier gobierno en cualquier lugar de América del Norte, del Centro
o del Sur que crea que pueda inclinar a una relación estrecha con cualquier país que no sea Estados Unidos.
Por eso, Cuba, Venezuela, Bolivia, Perú, Nicaragua y Brasil, por ejemplo, cayeron en desgracia ante la el poder USAno cada vez
que parecen rechazar a EEUU como su "hermano mayor" más cercano.