El cuerpo diplomático argentino también estaría metido hasta las cachas en el Golpe De Estado de Bolivia.
Camacho, el cristo-fascista, operaba desde la Embajada Argentina en Santa Cruz, coordinando con yanquis
de base militar en Argentina. El Macri moliendo hasta el último minuto....
Y, más temprano que tarde, se verá que también Bolsonaro estuvo detrás, como en su día la dictadura militar brasilera detrás del golpe de Bánzer. Brasil heredó ese ramalazo "bandeirante" de los portugueses, intentando apropiarse de la América Hispana, como hacía Portugal hace siglos, con sus avanzadillas para incorporar territorio birlado a España. De ahí que las Misiones en Bolivia, y Paraguay, entre otras, sirvieran pa frenar el apetito voraz do Portugal ayer, y ahora.... Bueno. Ahora no hay jesuitas españoles destinados a esa labor. Al contrario. La penetración de los pastores evangélicos brasileiros en Bolivia, es apabullante.
Brasil y su acción subimperialista en América Latina
Intervenciones militares también se llevaron a cabo en la década de 70,
como en el caso de Bolivia, cuando la gente luchaba por una Asamblea Popular en 1970. Brasil ofreció ayuda a los adversarios de Juan José Torres, y eso fue decisivo en el golpe de estado, con el envío de armas a Santa Cruz de la Sierra a través de aviones brasileños. En 1971, el ejército brasileño estuvo listo a invadir Uruguay, a propósito de las elecciones y solo no hizo porque ganó el candidato de la derecha. Pese a ello, Uruguay siguió recibiendo ayuda del gobierno brasileño que entrenó a los escuadrones de la fin que pusieron fin a los tupamaros (grupo de izquierda que luchaba por una liberación nacional). Hoy también se sabe que el gobierno de Brasil colaboró con Estados Unidos en el golpe contra Salvador Allende, en 1973. Y estos son apenas algunos de los ejemplos que muestran la colaboración con el imperio en cuanto se van configurando las bases para la explotación subimperialista. En esos tiempos, como describe Ruy Marini, la burguesía nacional ya tenía muy claro que su mejor opción – una vez que había fracasado el proyecto de un desarrollo capitalista autónomo – sería quedarse como socia secundaria del imperialismo, garantizando algunas cosas por la vía de la dominación regional. Fue una apuesta segura de la clase dominante.
El gran negocio de las sectas religiosas
Las sectas religiosas en Bolivia como en todo el mundo van en aumento, y hay pruebas de que las mueve sólo intereses económicos. El diezmo que recaudan de los fieles sirve para construir grandes mansiones y propiedades para sus líderes, como es el caso de el "opispo" brasilero
Edir Macedo lider de la iglesia
"Pare de sufrir".