Y, ahora que esta pájara es candidata, se supone que su delegado
en el Tribunal Superior electoral, Salvador Romero, renunciará
a la presidencia del Tribunal, no?
Obviamente, eso sería lo correcto pero no caerá esa breva...
porque, no seamos ingenuos, nada de lo que sucede tiene que ver
con legalidad, democracia o ética.