Un poco de sensatez, diplomacia y DERECHO INTERNACIONAL, que cada vez hay más escasez de todo ello:
Discurso y respuestas a preguntas ofrecidas por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ante los estudiantes y el personal docente de la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO) con motivo del inicio del año académico, Moscú, 1 de septiembre de 2020
Otro problema que afrontamos hoy es la falta de deseo de muchos países, ante todo, varios Estados occidentales encabezados por EEUU de reconocer la realidad objetiva de la formación en nuestro mundo de un nuevo sistema de relaciones, cuando aparecieron nuevos centros de la fuerza. China y la India: es suficiente mencionar estos dos países como locomotoras del crecimiento económico. Y la región de Asia Pacífico, en general, es el que crece más rápidamente. Tras la aparición del poder económico, llega el poder financiero y naturalmente la influencia política. Los intentos de desestimar esta realidad, impedir a que se formen tales relaciones que respeten plenamente estos nuevos avances de muchos países del mundo son poco perspicaces y peligrosos, creo yo. ¿Qué pasa? Nuestros colegas occidentales que durante casi 500 años dieron tono en los asuntos internacionales, controlaron la economía a través de las colonias conquistadas garantizando una vida rica y un funcionamiento lujoso de sus élites debido a la exportación de los recursos naturales de las colonias. Naturalmente, mucho sucedió durante estos 500 años. Hasta después de que el sistema colonial se destruyó, las relaciones entre el "maestro" y el "alumno", el "dueño" y el "asistente" influyeron sobre la mentalidad de los políticos occidentales. Ellos hasta hoy renuncian a reconocer que es necesario tratar con los demás conforme al principio de igualdad, reconocer la realidad multipolar y policéntrica. Ya no tratan de recurrir a los mecanismos de dominio económico creados por ellos para mantener su posición dominante sino usan métodos arbitrarios: sanciones, una intervención directa y muchos otros métodos que observamos casi diariamente aplicarse en relación con muchos Estados.
Donde no se logra obligar a obedecer a un país u otro, se crea lo que se llama un "espacio de caos" que preferirían ver como un caos controlado. La vida muestra que es imposible controlar el caos. Esto se inició ya en 1999, en la antigua Yugoslavia, posteriormente esto se realizó en Irak, Libia, Siria y otros países de Oriente Próximo. Todos saben un ejemplo triste de lo que se realizó en Ucrania. Ahora nuestros vecinos bielorrusos viven tiempos difíciles. Expresamos claramente nuestra postura. El Presidente de Rusia, Vladímir pilinguin, dijo abiertamente de eso. Vamos a guiarnos por el Derecho Internacional, los compromisos que existen entre la Federación de Rusia y la República de Bielorrusia. Naturalmente, quisiéramos que los bielorrusos tuviesen la posibilidad de resolver sus problemas sin una injerencia externa.
Observamos que muchos Estados occidentales, tanto los vecinos como los países allende el océano (me refiero a EEUU y Canadá), caen en la tentación de imponer unas posturas respecto a la superación de la situación actual en Bielorrusia. El Presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, reacciona a estas posturas. Consideramos que no es necesario imponer con insistencia unos servicios de mediación. El Presidente de Bielorrusia propuso llevar a cabo una reforma constitucional. Según nuestra estimación, es la forma en que se podría organizar un diálogo con la sociedad civil y que debería hacer posible discutir todas las cuestiones que preocupan a una u otra parte de los ciudadanos de Bielorrusia. Podré comentar adicionalmente este tema más tarde, cuando vamos a comunicarnos en forma interactiva si tenéis preguntas. Ahora quisiera finalizar mi discurso con que nosotros nos pronunciamos por un orden mundial más democráticos y justo, una estricta observancia de la Carta de la ONU y en contra de los intentos de sustituir el Derecho Internacional por unas reglas en las que debe basarse el orden mundial. Es una nueva idea de los países occidentales que inventaron el término "orden basado en reglas". Las reglas cambian en vista de que necesitan nuestros colegas occidentales en uno u otro caso. Se crean las coaliciones de países con la mentalidad similar, ante todo, de los países occidentales que eligen "manualmente" a sus socios de otras regiones que obedecen a nuestros colegas occidentales. En su círculo llegan a un acuerdo de crear "una asociación contra la impunidad en el ámbito de uso de armas químicas" o "una asociación para garantizar la seguridad cibernética" y "para castigar a los que se insertan en el espacio cibernético con unos objetivos indecorosos", o "una asociación para proteger los derechos humanos". Esto no se hace de forma universal sino en un círculo estrecho de los que no van a discutir con los promotores occidentales de estas iniciativas. Posteriormente, una regla que se crea en torno a uno u otro tema se declara como universal y se exige que todos la observe. Y se imponen sanciones contra los que no observan los postulados formados en un círculo estrecho. Lamentablemente, la Unión Europea elige con cada vez más frecuencia la presión sancionatoria siguiendo EEUU. En la UE se tomó la decisión de diseñar mecanismos de sanciones para castigar por la intervención en el espacio cibernético con objetivos criminales (según creen), en relación con los derechos humanos y otros asuntos. Estas sanciones son arbitrarias de conformidad con el Derecho Internacional, igual que son arbitrarias cualesquiera sanciones unilaterales. Se observa esta tendencia. "Nosotros – Occidente, la UE, la OTAN – sabemos cómo es necesario vivir en esta Tierra". Todos los demás tienen que prestar oído a esto.
Mirad qué declaraciones sobre la situación en Bielorrusia hacen el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, los representantes de la UE, los líderes occidentales que encabezan la OSCE. Los sermones que se pronuncian con un tono que ni siquiera deja lugar a dudas de que todos tengan que percibirlo como guía para acción. Esto proviene de la ausencia de habilidades diplomáticas elementales, no es ético no sólo desde el punto de vista diplomático sino del universal. Lo vemos y tomamos nota de eso.
Por ejemplo, nuestros colegas franceses y alemanes anunciaron el año pasado que crean una asociación por el multilateralismo. El multilateralismo es un buen tema. Siempre nos pronunciamos por resolver problemas en conjunto a diferencia de las posturas unilaterales. ¿Por qué los que se pronuncian por el multilateralismo promueven esta iniciativa fuera de la ONU que es una organización multilateral y universal? No está claro. Ni siquiera intentaron. A propósito, en el marco de la ONU, Rusia junto con un grupo numeroso de nuestros vecinos y los países de Asia, África, América Latina promueve una asociación por los principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas. Creo que es un movimiento que es necesario para mostrar su fidelidad a los principios del multilateralismo.
Criticando lo que vemos en las acciones de nuestros socios occidentales, varios otros países en relación con los asuntos que preferiríamos resolver a tenor del Derecho Internacional, buscando un equilibrio de intereses, a diferencia de la presión unilateral, no nos restringimos con la crítica. Promovemos una agenda positiva que consiste, como ya he dicho, en la necesidad de regresar a los orígenes: respetar los principios de la Carta de la ONU, recordar que la ONU se formó hace 75 años en las ruinas de la Segunda Guerra Mundial, se formó gracias a la Victoria en la Gran Guerra Patria y en la Segunda Guerra Mundial, gracias a la Victoria que consiguieron los países de diferentes sistemas sociales, políticos e ideológicos. Los aliados en aquella guerra se unieron para conseguir la Victoria sobre un enemigo común. Se elevaron por encima de las discrepancias que les dividieron en los años antes de la Segunda Guerra Mundial. Se dijo de eso en reiteradas ocasiones. Creo que la actual situación en el mundo no es tan sangrienta como la que hubo durante la Segunda Guerra Mundial, mientras hay mucho más riesgos y no son menos serios. He mencionado el terrorismo, el narcotráfico que lleva anualmente un gran número de vidas. No olvidemos de riesgos de proliferación de las armas de destrucción masiva. Ahora EEUU casi destruyó todo el sistema de disuasión en el ámbito de control de armas, Adopta doctrinas que de hecho reducen el umbral de empleo de armas nucleares. Además, los grupos terroristas y otros grupos criminales intentan obtener acceso a las tecnologías nucleares y las tecnologías de la creación y el empleo de otras armas de destrucción masiva (químicas o biológicas). Creo que sería criminal para nosotros aislarnos en "pisos nacionales", "dar portazos", declarar que "no vamos a comunicarnos con un país hasta que cumpla con las condiciones de un ultimátum". Lo observamos.
Mirad qué problemas existen hoy no sólo en las relaciones entre Rusia y EEUU sino también en las relaciones entre EEUU y China.
Nos pronunciamos por buscar fórmulas de compromiso, un equilibrio de intereses. Las organizaciones en que participa Rusia (la CEI, la OTSC, la UEEA, BRICS, la OCS) están orientadas a buscar un consenso. El reconocimiento de las nuevas realidades lo confirmó la creación del Grupo de los Veinte en que están representados los países de BRICS, el llamado G7 y varios otros Estados principales de las regiones en vías de desarrollo. En el G20 continúa una actividad importante. De hecho, es hoy el único foro fuera de la ONU en que están representadas todas las principales economías sin excepción que se guían por un objetivo común: llegar a un acuerdo. Muchos otros foros en el marco de que actúan nuestros socios occidentales carecen esta lógica.
Promovemos una agenda que tiene que ayudar a superar los problemas que quedan en los asuntos internacionales a través de la cooperación. Esta cooperación sólo puede ser equitativa, basada en el respeto mutuo de las preocupaciones, orientada a la elaboración del equilibrio de intereses. Hemos formado nuestra postura respecto al avance hacia la armonía en los asuntos internacionales. En cuanto a los problemas económicos, estamos convencidos (y esto está reflejado en la iniciativa del Presidente de Rusia, Vladímir pilinguin) de que es necesario avanzar hacia la formación de una Gran Asociación Euroasiática que sería abierta para la cooperación económica y humanitaria de todos los países de Eurasia, incluidos los miembros de la UEEA, la OCS, la Unión Europea, la ASEAN. Tenemos un gran continente común con grandes riquezas y sería poco perspicaz no aprovechar esta ventaja dada por el Dios. Es un objetivo a largo plazo. Es un proceso que aceptarán todos los países de nuestro continente, estoy convencido de esto.
En un futuro previsible, consideramos importante que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU realicen su responsabilidad de conformidad con la Carta de la ONU y celebren una cumbre en que se podría abordar las posibilidades de mejorar drásticamente la situación en el ámbito de seguridad a escala global, implementado los poderes de estos cinco países estipulados en la Carta de la ONU. Todos los cinco países reaccionaron positivamente a esta iniciativa del Presidente de Rusia, Vladímir pilinguin. Espero que tal cumbre se celebre en cuanto la situación epidemiológica con el cobi19 lo permita. Naturalmente, este evento tiene que celebrarse de forma presencial.