Arden las calles de Barcelona, destrozan mobiliario público, saquean comercios, lanzan piedras contra la policía, y en las TVs públicas lo comentan activistas de extrema izquierda que justifican a los manifestantes, y hablan de “brutalidad policial”.
Lo gracioso es que el rapero se va a pasar años en la guandoca por cantar y twittear.
Mientras que los que revientan escaparates y roban en Passeig de Gracia, los soltaran al dia despues, si es que llegan a detenerlos.
Que sistema tan maravilloso la democracia española.
Si algo ha dejado la crisis del el bichito y de los inmis en Canarias, es que la democracia española es el peor, más absurdo, menso, ineficiente y
caro de los sistemas posibles.
Aunque los políticos se esfuercen en repetir cada día lo contrario (para ellos sí es un sistema estupendo, claro, porque viven de querida madre gracias a él, pero ellos, sus redes clientelares y nadie más).