oriolserra
Madmaxista
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El otro día me preguntaba para qué sirve el CAP (o ambulatorio) del barrio. Años atrás, cuando estabas malito, ibas al ambulatorio y te visitaba el médico. Ahora, tienes que hacer cola para pedir cita, que puede ser la semana que viene, o el mes que viene. Además, sábados y domingos cierran.
Diréis, para eso está urgencias! ^_^' Me dio mucha pena hace unos días que vino una mamá, con su bebé de pocas semanas con fiebre, y después de ir a urgencias la mandaron al ambulatorio del barrio. En el ambulatorio, la mandaron a urgencias (el cuento se repite), y ahí ya explotó, amenazanco con denunciarles si le ocurría algo a su bebé.
¿Sabéis lo que me da más pena? No es la situación lamentable de la sanidad pública, sino la dependencia tan tremenda que tiene la gente del médico. Los conocimientos para curar la mayoría de dolencias no los tiene la gente en general, y si les pasa algo malo, responsabilizan a su médico.
Yo creo que, aunque sea a malas, el sistema de sanidad nos está ofreciendo la oportunidad de aprender un poco a cuidar nuestra salud por nuestra cuenta, a desligarnos de la industria farmacéutica. Siento mucha compasión por la gente que tiene alguna enfermedad grave y necesita sí o sí de los médicos, pero todavía me da mucha más pena toda esta gente de fuera que esperan, no sé, aprovechar la sanidad pública pero que seguramente acabarán convertidos en pacientes dependientes de por vida.
Diréis, para eso está urgencias! ^_^' Me dio mucha pena hace unos días que vino una mamá, con su bebé de pocas semanas con fiebre, y después de ir a urgencias la mandaron al ambulatorio del barrio. En el ambulatorio, la mandaron a urgencias (el cuento se repite), y ahí ya explotó, amenazanco con denunciarles si le ocurría algo a su bebé.
¿Sabéis lo que me da más pena? No es la situación lamentable de la sanidad pública, sino la dependencia tan tremenda que tiene la gente del médico. Los conocimientos para curar la mayoría de dolencias no los tiene la gente en general, y si les pasa algo malo, responsabilizan a su médico.
Yo creo que, aunque sea a malas, el sistema de sanidad nos está ofreciendo la oportunidad de aprender un poco a cuidar nuestra salud por nuestra cuenta, a desligarnos de la industria farmacéutica. Siento mucha compasión por la gente que tiene alguna enfermedad grave y necesita sí o sí de los médicos, pero todavía me da mucha más pena toda esta gente de fuera que esperan, no sé, aprovechar la sanidad pública pero que seguramente acabarán convertidos en pacientes dependientes de por vida.
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