Lux Mundi
In Hoc Signo Vinces
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Exacto Rafa, te han aconsejado bien. Por cada tentación en la que no caes, te vas santificando más, por eso Dios permite que el diablo campe por ahí y se ponga a tentar...¡para que evitando caer en la tentación tengamos oportunidad de santificarnos!.
El plan de Dios es perfecto.
A cada intento de tentación, oración, y veréis que no le gusta, y saldremos vencedores.
Y aunque no haya tentación, oración diaria, que es la barrera que nos va protegiendo de los ataques espirituales.
Los demonios pueden vernos pero dicen que no pueden saber lo que pensamos, aunque son seres intelectuales, mucho, de hecho, son teólogos (vivían con Dios muy a gusto en el cielo antes de la caída). Imaginad que todos los días vean como rezamos el Rosario, o vamos a la adoración eucarística, o leemos la Biblia y oremos a diario. Es ya irles quitando las ganas de tocar la jovenlandesal, con esto se les desanima y se les van cargando los planes. Muchas veces tientan por la tentación de ellos mismos de tentar, ya no para que pequemos, sino porque no pueden resistirse ellos a tentar, que fue lo que le pasó al Malo en el desierto cuando tentaba a Jesús.
¿Como se le ocurrió tentar a Dios si sabe que no puede hacer caer a Dios? Sabía que Jesús no iba a pecar en sus ofrecimientos, pero tenía fuerte tentación él mismo se provocar.
Por cierto, no nos tientan por encima de nuestras posibilidades ni de nuestras fuerzas. Saben donde están nuestros límites. No cogen a una monja y la tientan dejándola sin oración, sino que pueden coger y hacer que esa monja ore todavía más para que se le haga muy tarde por estar orando y desatienda otras obligaciones tambien importantes.
Anécdota personal: yo me he dispersado muchísimo al rezar el Rosario, mucho, con pensamientos intrusivos y eso ha hecho que haya perdido el tiempo teniendo que hacer también otras cosas. Cuando me daba cuenta había tardado hasta más de una hora en el rezo, que se interrumpía con formas habituales de "tomadura de pelo" que el del caldero suele provocar: ruidos, falta de atención, tener que salir de la habitación, o estar en la adoración en la capilla y que se pongan a molestar personas habladoras que interrumpen el silencio, etc.
Explicado esto por el Padre Fortea en su libro de la Summa Daemoniaca acerca de las tentaciones.
Os lo resumo: si saben por ejemplo que somos perezosos, ahí van a darnos más pereza; si tendemos a padecer envidia, nos pondrán casos delante donde se nos coma la envidia, con gente que triunfa, etc. El que tiene gula por naturaleza, será tentador a comer más o más dulces cuando se ponga a dieta, etc.
Ir a misa y comulgar les saca de quicio, detestan los sacramentos, detestan a Jesús porque fue Dios hecho hombre y ellos, los demonios (ex ángeles) consideraron esto como una bajeza por parte de Dios (hacerse hombre mortal, pero como se atreve), por eso se rebelaron. Pero si se vuelven locos de verdad es con la Virgen María. Que una mortal se acabará convirtiendo en reina de los Ángeles fue "demasiado" para la soberbia, que fue lo que hizo caer a Lucifer, cuando se rebeló, otros caídos se pusieron de su parte. Lucifer quería que se arrodillara ante él, porque era ángel de suma importancia, y no soportó los planes de Dios.No se inclinarían ante Dios hecho hombre sangrando en la cruz porque le iban a asesinar, menos ante su suprema progenitora mortal que ganó por mérito propio su lugar en el cielo.
Y empezó la movida en los cielos.
No entendían el amor de Dios hacia los hombres, por eso nos odian y nos envidian.
Si se ha dicho durante dos milenios que la Virgen es una ayuda excepcional contra esos seres, por algo será.
Tres armas infalibles:
-el Santísimo Nombre de Jesús
-su Preciosísima Sangre
-Nuestra Señora la Virgen María
Seamos perseverantes.
