Religión: Santo Evangelio de hoy y lecturas. Lunes, 12 de febrero, "Cuando me alcance tu compasión, Señor, viviré" **********************Sto.ROSARIO A LAS 22.00

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20 May 2012
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a donde Dios me lleva
ACTUALIZACIÓN:

Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.

EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.



Desde Lourdes (hoy en castellano):



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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):



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Salve



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Ave María (cantado)





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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.


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Promesas del Rosario (apariciones marianas):



Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.

Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.

El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.

Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.

Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.

Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.

Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.

Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.

Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.

Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.

La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).

Beneficios de la Palabra

1) Nutre tu alma sedienta.

«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).

2) Fortalece tus huesos cansados.

«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).

3) Redirige tu mirada a lo que es justo.

«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).

4) Calma tu corazón desanimado.

«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).

5) Concede Completa Paz.

«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).

6) Llena De Esperanza.

«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).

7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.

«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).

8) Da Profunda Sabiduría.

«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).

9) Tranquilidad Durante El Dolor.

«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)

10) Te Llena De Sus Alabanzas.

«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).

11) Guarda De Caer En La Tentación.

«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).

12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.

«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).

13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.

«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).

14) Consuela En Tiempo De Angustia.

«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).

15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.

«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).

A continuación, el Evangelio de hoy lunes y las lecturas:


Le pidieron un signo del cielo

Primera lectura
Lectura de la carta de Santiago 1,1-11

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus en la diáspora: saludo.
Considerad, hermanos míos, un gran gozo cuando os veáis rodeados de toda clase de pruebas, sabiendo que la autenticidad de vuestra fe produce paciencia. Pero que la paciencia lleve consigo una obra perfecta, para que seáis perfectos e íntegros, sin ninguna deficiencia.
Y si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídasela a Dios, que da a todos generosamente y sin reproche alguno, y él se la concederá.
Pero que pida con fe, sin titubear nada, pues el que titubea se parece a una ola del mar agitada y sacudida por el viento. No se crea un individuo así que va a recibir algo del Señor; es un hombre inconstante, indeciso en todos sus caminos.
Que el hermano de condición humilde se sienta orgulloso de su alta dignidad, y el rico de su pequeñez, porque pasará como flor de hierba. Pues sale el sol con su ardor y seca la hierba, se cae la flor y se pierde la belleza de su aspecto; así también se marchitará el rico en sus empresas.

Salmo de hoy
Salmo 118, 67. 68. 71. 72. 75. 76 R./ Cuando me alcance tu compasión, Señor, viviré.

Antes de sufrir, yo andaba extraviado,
pero ahora me ajusto a tu promesa.
Cuando me alcance tu compasión, Señor, viviré

Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus decretos.
Cuando me alcance tu compasión, Señor, viviré

Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus decretos.
Cuando me alcance tu compasión, Señor, viviré

Más estimo yo la ley de tu boca
que miles de monedas de oro y plata.
Cuando me alcance tu compasión, Señor, viviré

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir.
Cuando me alcance tu compasión, Señor, viviré

Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo.
Cuando me alcance tu compasión, Señor, viviré

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Marcos 8,11-13

En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo.
Jesús dio un profundo suspiro y dijo:
«¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación».
Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

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Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fr. Antonio Bueno Espinar O.P., del Convento de Santa Cruz la Real (Granada).






Reflexión del Evangelio de hoy

“Seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna”
Estamos llegando al final de esta primera parte del Tiempo Ordinario. La carta de Santiago que se comienza a proclamar esta semana, antes del inicio de los días de Ceniza previos a la Cuaresma, señala al cristiano cuál es el objetivo de su vocación: “ser perfectos e íntegros, sin falta alguna”. Un objetivo que a su vez imprime el sello a la calidad de la respuesta en la fe sometida a prueba. Habla Santiago de “constancia”. Perseverar en las circunstancias adversas, entendiendo que se aquilata la fe hecha vida en medio de las contradicciones. Es mandato del Señor el “ser perfectos como el Padre celestial es perfecto” y lo que se perfecciona es el amor hecho vida, como opción frente al desamor.

Y para esto, entiende Santiago, que la sabiduría es necesaria. Por eso afirmará: “en caso de verse alguno falto de sabiduría, que se la pida a Dios”. Para ello hay que reconocer la necesidad de la asistencia del Señor para poder vivir y actuar. Esto no solo lleva a reconocer esa necesidad, sino que presta atención a lo señalado por Jesús: “Sin mí no podéis hacer nada”. Pensar en una perfección desligada de una estrecha comunión con el Señor y con el prójimo, necesariamente unidos, carece de sentido y aleja de aquello que se pretende.

Esta sabiduría hay que pedirla, porque no se trata solamente del saber humano como capacidad intelectual, sino de la asistencia suplicada a Dios para que guíe nuestros trabajos. Por eso dice, “si alguno está falto de sabiduría que la pida a Dios, que Dios se la dará”. Conscientes de esta necesidad, a partir del reconocimiento de los propios límites y carencias, seremos constantes en la súplica, en conformidad con el mandato del Señor: Pedid y se os dará...porque el que pide recibe...”

"Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor"
La experiencia del salmista nos instruye también en el reconocimiento del proceder de Dios, que es compasivo y misericordioso. Recordar los que se nos dice en Hebreos, 5,8: “Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo a obedecer”. El salmista reconoce que antes de sufrir, andaba perdido, pero cuando se deja instruir por el Señor, aprende y descubre lo que exige el mismo aprendizaje: asimilar y poner por obra sus mandamientos, no anteponiendo nada al plan de Dios para mí. Y cuando se tiene esa experiencia, se aprecia la bondad de Dios que consuela, acompaña y compadece con cada uno de sus hijos. Y cuando esto no alcanza, vivimos de verdad nuestra existencia. Se descubre el sentido del sufrimiento, del esfuerzo.

¿Por qué esta generación reclama un signo?
Cuando falta la disposición interior para buscar la verdad; cuando importa poco la verdad o no interesa porque desmonta todo lo que pensamos nos conviene a nosotros, la petición de una señal, revela lo que en el fondo de nosotros mismo hay: falta de fe. Pensamos que hay que ver para creer y así no vemos nada. Es la ceguera de la que Jesús nos habla. Se ha repetido, una y otra vez, y lo hemos escuchado en el evangelio de Marcos. Dicho a los discípulos cuando la tempestad en el mar de Galilea. Puesta de relieve con la mujer que padecía flujos de sangre: tú fe te ha salvado. A Jairo, cuando lo disuaden de seguir molestando al Maestro: basta que tengas fe. Le buscaban movidos por la fe, buscando su ayuda para salir de la desolación en que se encuentran. No le piden un signo, sino que tenga misericordia de ellos.

Los fariseos discuten con él para ponerlo a prueba. No creen, por eso no pueden ver nada. Manosean las Escrituras, pero no creen en ellas. La consecuencia es la ceguera. Ellos dicen que ven, pero en realidad están ciegos.

A la exigencia de ellos, Jesús les responde remitiéndolos a las Escrituras:”¿Por qué esta generación reclama un signo? Tienen a Moisés y los Profetas, que los escuchen, aparece en la parábola del rico y el mendigo Lázaro. Tienen todas las señales, pero no las ven. A esta generación no se le dará ninguna señal. ¿Por qué? Por la predisposición en contra. Los signos y prodigios no llevan a creer si no hay disposición de acogida sin condiciones de la palabra y la obra de Jesús.

Los dejó y se fue a la otra orilla. Perdieron la oportunidad que se les regalaba. Por eso mientras no se cambia la disposición interior, no hay espacio para Dios en la vida del ser humano y como consecuencia se le cierra la puerta, porque no hay lugar para él en el mundo que nosotros hemos diseñado. Si Dios no guía nuestros pasos, nada entenderemos del anuncio del Reino.

¿Cómo vivo la palabra que proclamo? ¿Cómo la sabiduría que viene de lo alto es acogida cada día? ¿Cómo se hace presente en el quehacer de nuestra vida?

Fuente: Le pidieron un signo del cielo

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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.


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Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
 
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