Salvador López Arnal: "Tuiteando y comentando"

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Salvador López Arnal
Rebelión
Tuiteando y comentando
06-10-2018

Tuiteando y comentando

Por el contrario, ha crecido el fenómeno opuesto. De un año a esta parte, raro es el día en que no se me acerque alguien -en la calle, en el gimnasio, en la playa, en el bar- para decirme que continúe, que ya era hora que alguien dijera las cosas por su nombre y que mucha gente -perdonen la inmodestia- piensa lo que escribo. Tratándose de Gerona, zona cero lacista, la cosa es para pensárselo. La gente ha perdido el miedo o la vergüenza o lo que fuera que le hacía estar callada. Para decirlo claramente: la gente está [SLA: rebajo un poco] hasta las narices]. Albert Soler (2018)


De nuevo el insulto, el supremacismo, el etnicismo excluyente y “la expulsión”: “La diputada Inés Arrimadas és una inepta i ignorant. No sap d’economia, no sap d’inversions, no sap de res. I sempre fa un mateix discurs derrotista. Es deu trobar molt malament a Catalunya! Deu enyorar el seu poble! Qui la obliga a ser aquí?” (La diputada Inés Arrimadas es una inepta e ignorante. No sabe economía, no sabe de inversiones, no sabe de nada. Y siempre hace el mismo discurso derrotista. ¡Debe estar muy mal en Cataluña! ¡Debe añorar su pueblo! ¿Quién la obliga a estar aquí?) Núria de Gispert, ex presidenta del Parlament de Catalunya, 3 de octubre de 2018. ¡Qué ardor de estomago!

Plagio a Rafael Poch de Feliu: “la pregunta QT”: ¿qué ha pasado en .Cat, qué nos pasado a todos estos últimos años (sobre todo a algunos de ese “todos”) para que alguien de la insoportable “bajura” poliética de Quim Torra y de su altura sectaria sea el demediado presidente-vicario de la Generalitat y que ello haya sucedido (y siga sucediendo) sin que millones de ciudadanos y ciudadanas hayamos salido a la calle exclamando, gritando “Aquest no és el nostre president!”, ¡Torra no es nuestro presidente!? ¿Por qué soportamos lo insoportable? (Lo mismo, exactamente lo mismo, cabe decir sobre del mandamás fanatizado de Waterloo).

Mientras escucho a “Quim” Torra comparar “el déficit” de Cataluña con las cuentas de una empresa privada, volviendo a hablar del robo de España afirmando, con todo el rostro del mundo, que salen de Cataluña sin retorno 40 millones de euros diarios: ¡14.600 millones anuales!); mientras veo que el CSN ha admitido finalmente la existencia de seis zonas contaminadas por radiactividad en España (el embalse del Ebro en Flix entre ellas); mientras leo y escucho hablar de prudencia y sensatez en momentos de fuerte desgarro social y mucha incertidumbre; mientras dudo si Rodrigo Rato también será considerado también por la cultura secesionista como un “preso político” (¿qué pasará, si pasa, con Narcís Serra?); mientras observo los líos y luchas entre los partidos centrales del mundo secesionista, y mientras leo que ha sido detenido por corrupción el presidente de la Diputación de Lérida (lo que es una nueva prueba, por si hiciera falta -que no hace- de la alargadísima sombra negra, muy negra, del 3(o +)%), mientras todo eso ocurre, fuera de guión, a calzón bajado, me sale decir que no sé ustedes (aunque lo intuyo) pero yo estoy hasta aquí. Estic fart, molt fart! Ja està bé, ja està bé!

¡Ya está bien de las chulerías y ultimátums de Torra y de sus próximos! ¡Ya están bien de “comandos revolucionarios nacionalistas excluyentes” cuya gran aspiración revolucionaria consiste en levantar un muro-Estado que divida a las clases trabajadoras
españolas en su conjunto, como de hecho ya han dividido (parcialmente) a las clases desfavorecidas catalanas! Digan lo que digan, cuenten lo que cuenten, pasen mil o un millón de veces las imágenes (seleccionadas) del 1-O por su TV3 (¿no tienen imágenes del desalojo de los acampados en la plaza Cataluña el 15M o de otras actuaciones gloriosas de los Mossos?), lo repitan por activa o pasiva hasta intentar convertirlo en axioma innegociable, no existe ningún mandato popular a favor de la independencia tras la votación (incontrolada) del 1-O de 2017. Ficción secesionista que ellos mismos no ignoran pero que tratan de imponer.

La arenga del pasado 1-O del xenófobo e hispanofóbico Torra (mucho peor de lo que nos imaginábamos... y ya nos imaginábamos desastres) no tiene apenas parangón. Tampoco las disculpas, “comprensiones” o intentos de justificación de podemitas, comunes y grupos afines. ¡Luego nos extrañamos que un amplio sector de las clases trabajadoras catalanas voten a Ciudadanos! ¿A quién podrían votar? ¿A los que se dicen comunes, a quiénes volvieron a votar con los partidos secesionistas el pasado martes en el hemiciclo catalán? ¿Exagero? ¿No razono? ¿Me puede la bilis? ¿Me paso de frenada? No, no exagero, en absoluto. Les recuerdo las declaraciones de Noelia Vera pidiendo cordura a todos "incluida al extrema derecha que va con los encapuchados a retirar lacitos amarillos". Como ha señalado un compañero de ASEC/ASIC, ¿no ve, no observa, no entiende Noelia Vera que la extrema derecha de aquí, la de .Cat., está presidiendo la Generalitat? ¿Es tan difícil verlo?

Cinco observaciones:
1. Lo de movimiento pacífico para referirse al falso movimiento de emancipación nacionalista .Cat era falso hace unos días y ahora es más falso que antes.

2. La afirmación “la calle es nuestra”, sea cual sea el colectivo que la diga, grite o afirme y por mucho que se llenen la boca de “grandes y revolucionarios ideales”, no tiene nada que ver con posiciones democráticas populares, ni con el radicalismo político bien entendido, ni con una perspectiva revolucionaria o cosmovisión afín. Nada de nada. Las calles, de entrada y de salida, son de todas y todos. Por no usar palabras muy gustadas, diré cortésmente (aunque podría expresarme con más claridad) que esa consigna es muy poco democrática, tan poco que no es nada democrática y que recuerda, además, expresiones muy cercanas de un ex ministro de Franco.

3. Aunque suene a racionalidad frente al ruido y las confusiones, y jalee nuestro oídos deseosos de concordia, no hay en estos momentos ninguna posibilidad de acuerdo real (o incluso de aproximación) entre los mundos secesionistas y antisecesionistas de .Cat. El primero, diga lo que diga cuando toca de decirlo y sin renunciar a conquistas parciales por aquello de la política práctica y los beneficios económicos a corto plazo para colectivos de élite y familias muy bien asentadas (entre ellas las de Quin Torra que se ha subido el sueldo), sigue y seguirá en su política de máximos (su razón de ser): España es una m., a tomar por saco con ella, y Cataluña, como cantan, volverá ser rica y plena (¿que tendrá que ver ese deseo con valores de izquierda?). Lo que queda por hacer a la ciudadanía no secesionista, mucho más débil social y económicamente (no son clases medias, muy bien ubicadas económicamente, como las que pueblan el mundo nacional-secesionista), es resistir, no dejarse impresionar, organizarse, plantar cara (nadie está hablando de dar mamporros o de algo similar), mantenerse firmes, argumentar sin miedo, ser tenaces, defender valores alternativos, no esconderse (siempre que se pueda que sé que no es siempre), creer en un proyecto fraternal, estrechar lazos con ciudadanos-trabajadores del resto de España y convencer, intentar convencer a quien pueda ser convencido. Nunca desesperar. Somos más, mucho más, de lo que ellos piensan y creen.

4. Lo señala Xavier Vidal-Folch, y yo no puedo confirmarlo, pero parece ser que el verdadero apellido de la ex consejera del póker-farol no es Posantí sino Posanti (sin tilde en la i, sin acento “catalanizador”). Si fuera así (insisto en que no puedo asegurarlo) y aunque pueda parecer un asunto menor con lo que sigue cayendo, no lo es, es una prueba del hipernacionalismo, hispanofobia (tan
semejante, aunque invertida, a la catanofobia) e merluzez que corre por las arterias y venas de la cosmovisión nacional-secesionista.

5. Cedo la palabra. El escenario de la situación que dibuja el profesor Luis Roca Jusmet:
Me parece que las contradicciones del Govern de la Generalitat, y más particularmente de Torra, están haciendo su posición insostenible. Equilibrar su discurso de "implementar" la república catalana con la tarea de aceptar el marco legal autonómico ya no se aguanta. Seguramente habrá un antes y un después de estos tres días en el movimiento secesionista. CDR, CUP y ANC exigen coherencia. Puigdemont se mantiene como "alma bella", sin pronunciarse: debe preservarse como mito. JxS y ERC está haciendo equilibrios como malabaristas. Después de la reunión con Pedro Sánchez, en la que quedará claro que ni república ni reforma, a Torra le quedarán dos opciones : o "tirar pel dret", la vía del unilateralismo, con consecuencias imprevisibles, o convocar elecciones. Creo que hará lo segundo. Si lo hace, el movimiento secesionista quedará muy dividido y desmoralizado.
Sobre las citas. La primera, de tres grandes luchadores antinacionalistas, da en la diana. La de Churchill confirma el ideario reaccionario de uno de los héroes del señor Torra. La última, de Albert Soler, recoge lo que algunos pensamos... en momentos de esperanza y optimismo.

Tuiteando. El primer compás:
Comentario de Carlos Jiménez Villarejo: “Uno de los muchísimos carteles que ayer [28 de septiembre] inundaban el barrio de Gràcia de Barcelona (esta Escuela Pública de primaria y secundaria está en la calle Providencia) como expresión de la utilización de los centros educativos para apoyar sesgadamente la opción independentista y, en consecuencia, es una evidencia del empleo de dichos centros para el adoctrinamiento ideológico sobre menores de edad, con manifiesto abuso de las estrictas funciones educativas. Pero muchísimos comercios le dieron cobertura y proyección pública. ¿Y hablan de diálogo?”.


Un artículo de Rafael Poch de Feliu (que no deben perderse): “La pregunta M.Valls” La pregunta M.Valls La pregunta: ¿Qué ha pasado en este país para que un personaje como éste tenga posibilidades de ser alcalde de Barcelona? Hablé antes, de inicio, de su pregunta.
Los medios de comunicación del procés, la “prensa del movimiento” de este país señala RPF con todo el acierto del mundo, “han puesto el grito en el cielo. Sus voluntariosos comisarios y bien pagados plumíferos parecen estar literalmente cagados por la candidatura de Manuel Valls. ¿Para qué, sino, dedicarle tanta atención?” Para RPF la primera pregunta que Valls evoca es la de “¿qué ha pasado en este país para que un personaje como Manuel Valls, opte a la alcaldía de Barcelona?” La pregunta nos interroga a todos en su opinión (que comparto, que también es la mía).
Para RPF “no se trata de que sea un “fracasado” en su país de acogida. A un tipo que a su edad [unos 55 años] ha sido alcalde, diputado ministro y primer ministro en Francia, esa etiqueta no le va”. No es su talla como político lo que hay que debatir, obviamente, “a menos que queramos compararla con la de sus competidores a la alcaldía o con las figuras que hoy presiden la Generalitat, el Parlament, los partidos políticos catalanes, etc”. En esa foto, señala RPF con toda razón, “Valls no es, precisamente, el más bajito. Tampoco el más muy de derechas.” Tampoco, por supuesto que no. Baste con que comparen con Torra (RPF lo hace a continuación) o incluso con Ernest Maragall.
La Presidentorra (el concepto es homenaje a Albert Soler del Diari de Girona, el último periodista cuerdo que queda en Catalunya), de nuevo es RPF quien afirma (también yo me apunto al homenaje a Soler), “es bastante más muy de derechas que él: el discurso de Torra sobre los españoles (que en la “prensa del movimiento” apenas ha sido tema) sitúa a Valls bien a la izquierda del actual honorable”. Más aún: “El president del Parlament, el chalado de Bruselas y todo el rebaño de profesores de instituto y amateurs que dirigen la República imaginaria, parecen una colla de payasos al lado de este tipo, formado en la escuela republicana (esta de verdad) francesa”. Valls, asegura RPF, “tiene los pies en el suelo, sabe sumar y restar. Sabe lo que es un estado, lo que es Europa, lo que es y no es un referéndum. En resumen, al lado de los de aquí es un profesional”.

No se confunde RPF, claro que no. “Claro que es un oportunista, claro que es de derechas, pero me remito a la pregunta del inicio: ¿qué ha pasado en este país para que un tipo como él tenga posibilidades de hacerse con la alcaldía?”. Su tesis, la tesis-conjetura del periodista despedido de LV: “Pues lo que ha pasado es que se ha quebrado el consenso interno que sostenía la convivencia en Catalunya. Aquí unos eran nacionalistas, y otros no. Unos lo eran al 90%, otros al 50%, otros al 10% y otros no lo eran en absoluto, pero todos se respetaban y se soportaban los unos a los otros. Hoy sospecho que la mayoría de los catalanes apoyarían a quien fuera capaz de coser ese divorcio y acercarnos al matrimonio anterior”. Conviene retener esas palabras que tal vez señalen un escenario hoy imposible. Por el momento.

En Barcelona, concluye RPF, “ese deseo es tan fuerte que el cinturón periférico de la ciudad que siempre votó a la izquierda catalanista, hoy vota a un partido de derechas cuya bandera es el antinacionalismo, lo que mucha gente ve como una especie de procés al revés”. Es decir, prosigue, “en Barcelona se ha abierto una gran oportunidad y Valls, que es un oportunista profesional (no confundir con uno amateur e ignorante), la ha visto”. Más aún: “Después de que la izquierda regalara buena parte de su base electoral a Ciudadanos, de que el nacionalismo lo dividiera todo con la ilusión de su Ínsula barataria y que revitalizara con sus banderas a la derecha corrupta, tanto en Madrid como en Barcelona, ¿de qué podemos quejarnos?”. ¿Alguna objeción por su parte?

Este pueblo grande, afirma finalmente RPF, “en el que se ha convertido Barcelona tendrá al Valls que se merece. La escuela política francesa es superior a la española. No es un juicio de valor, es una cuestión de años de libertad y en eso nos llevan bastante ventaja”. En general, afirma, “todos los políticos franceses, de izquierda, derecha y hasta de ultraderecha, tienen más tablas, más cultura y más escuela que los nuestros. Aunque sea al servicio de los ricos, de la empresa y del autoritarismo, esa escuela es superior a la local”. RPF recomienda que leamos el artículo que Valls publicó hace unos días en El País. “Era un producto perfecto. Quiere arrambar con todo; con los antinacionalistas, con los castellanoparlantes, con los asustados por el procés, con los desencantados con todas las demás opciones, y hasta con un buen sector del catalanismo. Pujol, Maragall, Coby, els castellers el tío Perico y la virgen de Montserrat, si hace falta. No se rían: este tipo puede ganar. Y hay que preguntarse por qué”.
Yo no me río, sé que Valls puede ganar y también me he preguntado por qué. La respuesta es fácil. La he comentado aquí muchas veces: inexistencia de una izquierda no nacionalista en .Cat que defienda de verdad a las clases trabajadoras, a sus sectores más desfavorecidos, a los que no quieren romper lazos ni relaciones con sus amigos, compañeros y familiares del resto de España, a los que no ven, no vemos nada revolucionario en construir un muro-estado identitario dirigido por políticos profesionales supremacistas amigos de Israel. Como es normal, como es razonable, como piensa y siente cualquier persona de izquierdas que no haya quebrado su columna.
 
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