Agente Coulson
Madmaxista
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Conocí a un hombre que acogió a una vagabunda en su casa. La mantenía a cambio de sesso.
Ella lo denunció por violencia de género cuando él empezó a liarse con otra. Afortunadamente se ganó el juicio.
Justo después de eso, ya sin orden de alejamiento, el hombre se presentó en su propia casa para pedirle a ella que se fuera. Y como no se iba le lanzó unas prendas de ropa por la ventana.
Finalmente ella salió del apartamento, pero no sin antes prenderle fuego, quemando unas sábanas. El apartamento ardió por los cuatro costados y las llamas alcanzaron a otros apartamentos del mismo edificio.
De manera inmediata ella fue a la comisaría y denunció las amenazas, al tiempo que explicaba que él había dicho que si ella no se iba prendería fuego a la vivienda. Obviamente esto lo decía para que a él le cargaran el incendio.
En una segunda declaración la policía le hizo confesar que la autora del incendio era ella.
Con todo, a él le llegó el segundo juicio por violencia de género. Por suerte también lo ganamos, haciendo mención a que se le investigaba a ella por ese incendio y que la violencia era una tapadera.
Y respecto al juicio por el incendio, el señor me ofreció pagar mis honorarios y que yo llevara la defensa de ella. Acojonante. Y no lo hice porque había un problema de incompatibilidad, además de que aquello ya era surrealista.
Me ha quedado un buen tocho. Lo que quería decir es que a una mujer siempre habrá un iluso que la acoja.
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Ella lo denunció por violencia de género cuando él empezó a liarse con otra. Afortunadamente se ganó el juicio.
Justo después de eso, ya sin orden de alejamiento, el hombre se presentó en su propia casa para pedirle a ella que se fuera. Y como no se iba le lanzó unas prendas de ropa por la ventana.
Finalmente ella salió del apartamento, pero no sin antes prenderle fuego, quemando unas sábanas. El apartamento ardió por los cuatro costados y las llamas alcanzaron a otros apartamentos del mismo edificio.
De manera inmediata ella fue a la comisaría y denunció las amenazas, al tiempo que explicaba que él había dicho que si ella no se iba prendería fuego a la vivienda. Obviamente esto lo decía para que a él le cargaran el incendio.
En una segunda declaración la policía le hizo confesar que la autora del incendio era ella.
Con todo, a él le llegó el segundo juicio por violencia de género. Por suerte también lo ganamos, haciendo mención a que se le investigaba a ella por ese incendio y que la violencia era una tapadera.
Y respecto al juicio por el incendio, el señor me ofreció pagar mis honorarios y que yo llevara la defensa de ella. Acojonante. Y no lo hice porque había un problema de incompatibilidad, además de que aquello ya era surrealista.
Me ha quedado un buen tocho. Lo que quería decir es que a una mujer siempre habrá un iluso que la acoja.
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