Sin que sirva de precedente, te pongo un "gracias".
Yo en muchos hombres lo tengo comprobado, cuando el centro de su mundo es el deporte compulsivo, el criticar a los demás, es violento y se convierten en unos envidiosos, es porque no aman.
El hombre que ama bien y regularmente, se le nota tranquilo, no envidia a los demás y no necesita desfogarse mediante la violencia o el deporte compulsivo.
Yo en muchos hombres lo tengo comprobado, cuando el centro de su mundo es el deporte compulsivo, el criticar a los demás, es violento y se convierten en unos envidiosos, es porque no aman.
El hombre que ama bien y regularmente, se le nota tranquilo, no envidia a los demás y no necesita desfogarse mediante la violencia o el deporte compulsivo.