La etiqueta Rock Radical Vasco sirvió en su momento para agrupar a varios grupos de música popular surgidos en el contexto de la convulsa Euskadi de los años 80 y 90 del siglo pasado.
El contexto no era fácil, había un trasfondo de violencia y agitación política patente en el día a día. También de la expansión de una droja en la juventud con considerable efectos destructivos, la heroína.
Yo pienso que el arte, cuando es bueno, no tiene fronteras y que está más allá de las ideologías, porque en realidad quiere transmitir sentimientos y los sentimientos son potencialmente comunes a todos los humanos.
Es en ese sentido que lo que transmiten las canciones del rock radical vasco me tocan y me puedo reconocer en ellas aún sin haber estado físicamente allí. Más tarde, siendo ya no tan joven, he tenido, tengo amigos vascos y hablando con ellos he podido entender un poco más cómo era posible ver el mundo desde allí.
De entre esos grupos, de esas canciones, voy a señalar unas pocas entre las me gustan. Podría haber puesto más pero tengo que contenerme. Ideologías aparte, como ya he dicho. Si hacéis un poquito de esfuerzo de empatía quizá os podrían gustar a vosotros también.
La primera es de Eskorbuto, grupo cuyos principales componentes acabaron bajo las ruedas en poco tiempo. Pongo una canción que me parece autobiográfica pero valiosa en tanto confesión trágica. No eran abertzales, como algunos creen, representaban la cara más nihilista del rock vasco a mi modo de ver.
La segunda es de Kortatu, como muestra de la parte de esa corriente musical más afín al abertzalismo y concretamente a Batasuna. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con sus postulados políticos, pero no me digáis que no es una canción que transmite positividad y da unas ganas enormes de bailar.
La tercera es de La platano Records. En ella recuerdan a uno de sus miembros, caído. Un grupo que sigue en activo y siendo la referencia de rebeldes en todo el globo terráqueo.
La cuarta es de un grupo quizá menos conocido pero que a mi modo de ver pone letra (en euskera) a sentimientos en los que todos nos podríamos reconocer. Yo creo que merecerían un público más amplio por su calidad pero que desgraciadamente se ven marginados por usar una lengua sin un Estado que la respalde detrás.
El contexto no era fácil, había un trasfondo de violencia y agitación política patente en el día a día. También de la expansión de una droja en la juventud con considerable efectos destructivos, la heroína.
Yo pienso que el arte, cuando es bueno, no tiene fronteras y que está más allá de las ideologías, porque en realidad quiere transmitir sentimientos y los sentimientos son potencialmente comunes a todos los humanos.
Es en ese sentido que lo que transmiten las canciones del rock radical vasco me tocan y me puedo reconocer en ellas aún sin haber estado físicamente allí. Más tarde, siendo ya no tan joven, he tenido, tengo amigos vascos y hablando con ellos he podido entender un poco más cómo era posible ver el mundo desde allí.
De entre esos grupos, de esas canciones, voy a señalar unas pocas entre las me gustan. Podría haber puesto más pero tengo que contenerme. Ideologías aparte, como ya he dicho. Si hacéis un poquito de esfuerzo de empatía quizá os podrían gustar a vosotros también.
La primera es de Eskorbuto, grupo cuyos principales componentes acabaron bajo las ruedas en poco tiempo. Pongo una canción que me parece autobiográfica pero valiosa en tanto confesión trágica. No eran abertzales, como algunos creen, representaban la cara más nihilista del rock vasco a mi modo de ver.
La segunda es de Kortatu, como muestra de la parte de esa corriente musical más afín al abertzalismo y concretamente a Batasuna. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con sus postulados políticos, pero no me digáis que no es una canción que transmite positividad y da unas ganas enormes de bailar.
La tercera es de La platano Records. En ella recuerdan a uno de sus miembros, caído. Un grupo que sigue en activo y siendo la referencia de rebeldes en todo el globo terráqueo.
La cuarta es de un grupo quizá menos conocido pero que a mi modo de ver pone letra (en euskera) a sentimientos en los que todos nos podríamos reconocer. Yo creo que merecerían un público más amplio por su calidad pero que desgraciadamente se ven marginados por usar una lengua sin un Estado que la respalde detrás.