Había mucha más mortalidad infantil. Selección natural y la gente asumía la fin dentro de ese marco con más naturalidad, aunque también les dolía, obviamente. Sobrevivían algunos. Esas familias de 7 hijos que sobrevivían los 7, ya nacían a mediados del siglo XX, con alguna banderilla y antibiótico disponible.
Querer que sobrevivan todos (que es lo que quiere la sociedad hoy en día) pero en “un entorno natural” (como el de antes) es un oximoron.
La bornquilitis no suele dar de baja de la suscripción de la vida. Pero te tiras con un bebé semiahogandose, igual durante dos meses. Con muy malas noches y tú acojonado. Y si le pilla muy bebe, no le hace efecto ni el ventolin. Y varias visitas a urgencias, y el niño que no respira bien durante un par de meses y hace ronquidos extraños.