Cambios en la jubilación: Escrivá avanza los seis puntos de la reforma de pensiones.
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A pocos días del toque de corneta para arrancar la reforma del sistema público de pensiones, una vez el Pacto de Toledo resuelva el documento de recomendaciones y que según ha podido saber
elEconomista podría tener lugar en las próximas semanas, la reforma de pensiones parece tener ya cara y ojos a la luz de las observaciones realizadas por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, durante su intervención en la Comisión parlamentaria del ramo. Concretamente, los cambios que llegan para las jubilaciones futuras se sustancia en seis aspectos, a pesar de que serán hasta 21 las recomendaciones que emita el Pacto de Toledo de la reforma.
En este sentido, como ya se ha ido avanzando la reforma que llevará a cabo el ministro Escrivá una vez recoja el mandato del Pacto de Toledo pivotará sobre seis puntos, principalmente, con los que se busca
dar la vuelta al calcetín del déficit presupuestario de la Seguridad Social, organismo encargado de pagar las pensiones en nuestro país, que este año alcanzará los 2 puntos porcentuales de PIB, unos 25.000 millones de euros. Entre ellos: la separación de fuentes de financiación de la Seguridad Social, el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, el acercamiento de la edad real de jubilación a la edad legal y el desarrollo de sistemas de previsión social complementarios.
Para llevar a cabo la tarea, el ministerio se apoya, como se ha mencionado en seis de los puntos del mandato de los partidos al Ejecutivo. De este modo en la primera de las recomendaciones del Pacto de Toledo se prevé la consolidación de la separación de fuentes y restablecimiento del equilibrio financiero, mientras que en la recomendación número seis se pide que la financiación de los incentivos al empleo no puedan hacerse con cargo a las cotizaciones sociales.
Ambas medidas servirán para mitigar el desequilibrio financiero del Sistema y liberar gastos impropios de la Seguridad Social. Aquí como ya avanzó
elEconomista, los partidos se encuentran cerca de pactar una propuesta que calcula en 12.000 millonesde euros estos gastos impropios que podrían ser financiados con los Presupuestos Generales y salir del pasivo del Sistema.
En cuanto a la recomendación segunda sobre el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, Escrivá explicó en la Comisión de este miércoles que aquí se trata de dotar de certidumbre a los pensiones en su horizonte temporal por lo que espera se pueda llegar a un consenso en el seno del Pacto de Toledo a cerca de esta cuestión. Fuentes cercanas a la negociación que se encumbra durante estos días apuntan a que el acuerdo entre los partidos para vincular la subida de las pensiones al IPC es casi total y está asegurado. Según cálculos de Fedea, una subida ligada a la inflación media esperada en un periodo de expansión económica, en torno al 2%, supondría un coste extra en la partida de pensiones de 2.500 millones de euros.
Una senda que elevaría el gasto en 36.000 millones para 2050, según advierte el Banco de España.