M. Priede
Será en Octubre
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No hago resumen. Marco en negrita lo más importante.
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Pat Buchanan:
Cuando la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, desafió las señales de la Casa Blanca de que no se detuviera en Taiwán en su gira de despedida por las capitales asiáticas, encendió la peor disputa diplomática entre Estados Unidos y China en décadas.
¿Y cómo resultó la colisión de la semana pasada para Estados Unidos?
Escribe The New York Times:
El viaje de la presidenta Pelosi a Taiwán comenzó con su “avión partiendo de Kuala Lumpur y dirigiéndose al sureste hacia la parte indonesia de Borneo, luego girando hacia el norte para volar a lo largo de la parte oriental de Filipinas. Una ruta más directa, y más corta, habría sido volar al noreste en una ruta directa sobre el Mar de China Meridional a Taiwán”.
La evitación de Pelosi del Mar de China Meridional podría tener algo que ver con el reclamo de China del 90% y el control de China de los islotes en ese mar que Beijing se ha convertido en bases aéreas, de misiles y navales.
Después de 19 horas en Taiwán, la oradora voló a Corea del Sur, donde su recepción fue descrita como “genial”. El presidente Yoon Suk Yeol, aunque estaba en su casa en Seúl cuando llegó Pelosi, no se reunió con ella, sino que mantuvo una conversación telefónica de 40 minutos.
Corea del Sur, al igual que sus vecinos, está ansiosa por no ofender a China.
Considere esta anomalia aqui:
Corea del Sur, Japón, Taiwán, Australia y Nueva Zelanda confían en Estados Unidos como su aliado número uno para defenderse de China, pero todos se jactan de que China es su socio comercial número uno.
¿Cómo reaccionó Beijing a las 19 horas de Pelosi en Taiwán?
Con aviones de combate, barcos de guerra y misiles balísticos, China realizó ejercicios con fuego real desde el mediodía del jueves hasta el mediodía del domingo, en seis sitios alrededor de Taiwán. Un misil chino voló sobre Taiwán. Cinco aterrizaron en la zona económica exclusiva de Japón.
El efecto de estos disparos reales en Taiwán y sus alrededores fue el de una cuarentena o bloqueo naval. Los barcos y aviones de otras naciones evitan los corredores aéreos y las aguas atacadas por las fuerzas chinas.
China también anunció sanciones diplomáticas y económicas contra Estados Unidos y Taiwán, cancelando las conversaciones con Washington sobre el cambio climático y las relaciones militares.
La visita de Pelosi a Taiwán fue el evento desencadenante que encendió los juegos de guerra chinos contra Taiwán. Pero estos ejercicios aéreos, navales y de misiles no se planificaron en un día. Parecen haber sido preparados como un ensayo general de cómo China tiene la intención de llevar a Taiwán a la patria, cuando el presidente Xi Jinping decidió que es el momento adecuado.
Pelosi pasó el resto de su viaje insistiendo en que su visita no representó ningún cambio en la política de Estados Unidos sobre Taiwán.
En declaraciones a los periodistas en Tokio, Pelosi reiteró: “Nuestra representación aquí no se trata de cambiar el statu quo”, y agregó que Beijing “probablemente está usando nuestra visita como excusa”.
Mientras los disparos en vivo continuaron durante 72 horas, la Casa Blanca se hizo eco de Pelosi de que Estados Unidos reconoce la fuerte de Beijing de que Taiwán es “parte de China” y no la niega. Tampoco tenemos ninguna intención de cambiar la política de EE. UU. sobre Taiwán como se ha seguido desde que Jimmy Carter rompió las relaciones diplomáticas de EE. UU. con Taiwán en 1979.
¿Dónde estuvo el portaaviones estadounidense Ronald Reagan, entonces en misión asiática durante todo esto? Navegando en el Mar de Filipinas, no en el Mar de China Meridional o el Estrecho de Taiwán o el Mar de China Oriental, todos reclamados por Beijing.
¿Cuál fue el mensaje enviado y el mensaje recibido de los juegos de guerra con los que China respondió a la visita de Pelosi a Taiwán?
Desde Beijing, el mensaje enviado a EE.UU. fue claro.
China considera a Taiwán como su provincia independiente. Enfrentará a cualquier poder, incluido Estados Unidos, que se perciba como un desafío a esa realidad política. Responderá a cualquier movimiento taiwanés para establecer su independencia de Beijing como un casus belli, una justificación para la guerra.
La Casa Blanca no movió ningún avión, barco o misil para contrarrestar los ejercicios con fuego real de China y, de hecho, repetidamente a Beijing que la visita de Pelosi no representaba ningún cambio en la política estadounidense.
Es difícil ver cómo las naciones libres y democráticas de Asia y los aliados de EE. UU., Japón, Corea del Sur y Australia, no podrán sacar la conclusión de que la erizada agresividad china acababa de ser respondida por la pasividad estadounidense. Los miembros de la línea dura del Senado como Lindsey Graham parecen creer eso.
Considere el camino que Beijing ha seguido últimamente,
Ha atacado y capturado fronterizas en el Himalaya de India, reclamado prácticamente todo el Mar de China Meridional, fortificado media docena de islas en ese mar, reclamado el Estrecho de Taiwán como aguas territoriales, cuyo tránsito por barcos de guerra estadounidenses y aliados requiere el Permiso de China. , reclamó Taiwán como parte de China, así como las cercanas Islas Senkaku en poder de Japón.
Ahora ha enviado aviones militares y barcos de guerra a través del Estrecho de Taiwán hacia y sobre las aguas que rodean a Taiwán y ha probado misiles y cohetes para reforzar su reclamo sobre la isla.
Cuando la China del siglo XXI reclama algo en Asia, respalda su reclamo con acciones. La tendencia es inequívoca y apunta a una futura confrontación por Taiwán.
Patrick J. Buchanan es el autor de "Las guerras de la Casa Blanca de Nixon: las batallas que hicieron y quebraron a un presidente y dividieron a Estados Unidos para siempre".
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Pat Buchanan:
Cuando la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, desafió las señales de la Casa Blanca de que no se detuviera en Taiwán en su gira de despedida por las capitales asiáticas, encendió la peor disputa diplomática entre Estados Unidos y China en décadas.
¿Y cómo resultó la colisión de la semana pasada para Estados Unidos?
Escribe The New York Times:
El viaje de la presidenta Pelosi a Taiwán comenzó con su “avión partiendo de Kuala Lumpur y dirigiéndose al sureste hacia la parte indonesia de Borneo, luego girando hacia el norte para volar a lo largo de la parte oriental de Filipinas. Una ruta más directa, y más corta, habría sido volar al noreste en una ruta directa sobre el Mar de China Meridional a Taiwán”.
La evitación de Pelosi del Mar de China Meridional podría tener algo que ver con el reclamo de China del 90% y el control de China de los islotes en ese mar que Beijing se ha convertido en bases aéreas, de misiles y navales.
Después de 19 horas en Taiwán, la oradora voló a Corea del Sur, donde su recepción fue descrita como “genial”. El presidente Yoon Suk Yeol, aunque estaba en su casa en Seúl cuando llegó Pelosi, no se reunió con ella, sino que mantuvo una conversación telefónica de 40 minutos.
Corea del Sur, al igual que sus vecinos, está ansiosa por no ofender a China.
Considere esta anomalia aqui:
Corea del Sur, Japón, Taiwán, Australia y Nueva Zelanda confían en Estados Unidos como su aliado número uno para defenderse de China, pero todos se jactan de que China es su socio comercial número uno.
¿Cómo reaccionó Beijing a las 19 horas de Pelosi en Taiwán?
Con aviones de combate, barcos de guerra y misiles balísticos, China realizó ejercicios con fuego real desde el mediodía del jueves hasta el mediodía del domingo, en seis sitios alrededor de Taiwán. Un misil chino voló sobre Taiwán. Cinco aterrizaron en la zona económica exclusiva de Japón.
El efecto de estos disparos reales en Taiwán y sus alrededores fue el de una cuarentena o bloqueo naval. Los barcos y aviones de otras naciones evitan los corredores aéreos y las aguas atacadas por las fuerzas chinas.
China también anunció sanciones diplomáticas y económicas contra Estados Unidos y Taiwán, cancelando las conversaciones con Washington sobre el cambio climático y las relaciones militares.
La visita de Pelosi a Taiwán fue el evento desencadenante que encendió los juegos de guerra chinos contra Taiwán. Pero estos ejercicios aéreos, navales y de misiles no se planificaron en un día. Parecen haber sido preparados como un ensayo general de cómo China tiene la intención de llevar a Taiwán a la patria, cuando el presidente Xi Jinping decidió que es el momento adecuado.
Pelosi pasó el resto de su viaje insistiendo en que su visita no representó ningún cambio en la política de Estados Unidos sobre Taiwán.
En declaraciones a los periodistas en Tokio, Pelosi reiteró: “Nuestra representación aquí no se trata de cambiar el statu quo”, y agregó que Beijing “probablemente está usando nuestra visita como excusa”.
Mientras los disparos en vivo continuaron durante 72 horas, la Casa Blanca se hizo eco de Pelosi de que Estados Unidos reconoce la fuerte de Beijing de que Taiwán es “parte de China” y no la niega. Tampoco tenemos ninguna intención de cambiar la política de EE. UU. sobre Taiwán como se ha seguido desde que Jimmy Carter rompió las relaciones diplomáticas de EE. UU. con Taiwán en 1979.
¿Dónde estuvo el portaaviones estadounidense Ronald Reagan, entonces en misión asiática durante todo esto? Navegando en el Mar de Filipinas, no en el Mar de China Meridional o el Estrecho de Taiwán o el Mar de China Oriental, todos reclamados por Beijing.
¿Cuál fue el mensaje enviado y el mensaje recibido de los juegos de guerra con los que China respondió a la visita de Pelosi a Taiwán?
Desde Beijing, el mensaje enviado a EE.UU. fue claro.
China considera a Taiwán como su provincia independiente. Enfrentará a cualquier poder, incluido Estados Unidos, que se perciba como un desafío a esa realidad política. Responderá a cualquier movimiento taiwanés para establecer su independencia de Beijing como un casus belli, una justificación para la guerra.
La Casa Blanca no movió ningún avión, barco o misil para contrarrestar los ejercicios con fuego real de China y, de hecho, repetidamente a Beijing que la visita de Pelosi no representaba ningún cambio en la política estadounidense.
Es difícil ver cómo las naciones libres y democráticas de Asia y los aliados de EE. UU., Japón, Corea del Sur y Australia, no podrán sacar la conclusión de que la erizada agresividad china acababa de ser respondida por la pasividad estadounidense. Los miembros de la línea dura del Senado como Lindsey Graham parecen creer eso.
Considere el camino que Beijing ha seguido últimamente,
Ha atacado y capturado fronterizas en el Himalaya de India, reclamado prácticamente todo el Mar de China Meridional, fortificado media docena de islas en ese mar, reclamado el Estrecho de Taiwán como aguas territoriales, cuyo tránsito por barcos de guerra estadounidenses y aliados requiere el Permiso de China. , reclamó Taiwán como parte de China, así como las cercanas Islas Senkaku en poder de Japón.
Ahora ha enviado aviones militares y barcos de guerra a través del Estrecho de Taiwán hacia y sobre las aguas que rodean a Taiwán y ha probado misiles y cohetes para reforzar su reclamo sobre la isla.
Cuando la China del siglo XXI reclama algo en Asia, respalda su reclamo con acciones. La tendencia es inequívoca y apunta a una futura confrontación por Taiwán.
Patrick J. Buchanan es el autor de "Las guerras de la Casa Blanca de Nixon: las batallas que hicieron y quebraron a un presidente y dividieron a Estados Unidos para siempre".
Who Won the Taiwan War Games?
When House Speaker Nancy Pelosi defied White House signals that she not stop in Taiwan on her valedictory tour of Asian capitals, she ignited the worst diplomatic U.S.-China row in decades. And how did last week's collision turn out for the United States? Writes The New York Times: Speaker...
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