Cenaré lo que quede de la comida del día de hoy. Hace algún tiempo que cenar en Nochevieja no me supone problema alguno para hacerlo igual de bien que el resto de noches de mi existencia. No haré excepción y cenaré como siempre, donde siempre y con, mal que me pese, con las de siempre (es broma...benditas ellas). Os deseo buena Nochevieja. El que la cene solo, piense que podría haber otras muchas personas cenando con él o ella, y me uno a tal cena -y piensa que pudiera ser así, de verdad, aunque yo tampoco tendría a alguien como yo a tu mesa, pero en lo que valga, así lo manifiesto-. Intentaré volver aquí, para dar fe de tal deseo.
Que los hados os sean provechosos, que los demonios afines y que las deidades suplan a las que no tenemos por mortales. Mis mejores deseos.
Cena supuesta: Cocochas, Pierna de cordero, langostinos y almejas en salsa verde.
Cena de verdad (según veo): Cocochas... pierna de cordero (que ya nadie puede con ella), langostinos (ni uno más después de anoche) y almejas en salsa verde... (una más y expulso hasta la parte alta del intestino).
Resumen: cenaremos, con más angustia que gusto, algunos trozos de cordero, nada de cocochas y ni un langostino más. Eso, por esperar a las doce, si no me he dormido antes que los demás. Lo de la Pedroche, ya se nos quitó la curiosidad cuando la vimos -como máximo, dos berzas y una raya en el lugar del miembro viril, como cuando éramos párvulos o desnudábamos a los Madelman-).
Me voy a ver las uvas de Ferraz o la del canal de Cabo Verde, que mola también tomar la uvas, o tragos de yogurt como hago yo, con otros sitios que sean como éramos aquí, por aquello de la nostalgia.
Salud y buen año para todos. Mejor, buenos años para todos (todos los seres, sean lo que quieran ser y que por eso digo todos... todos los seres que en este mundo estamos). Salud, para todos y para todos lo años que vivas (sinceramente y que así sea... es mi deseo).